Diario Extra - Vuelco acaba con recién graduado

Una salida entre un grupo de amigos acabó convirtiéndose en un accidente de tránsito que cobró la vida de José David Ugalde Briceño y Kevin Contreras Ruiz de 24 y 21 años de edad respectivamente, quienes colisionaron el vehículo que el viajaban contra un árbol en Santa Rita de Nandayure, Nicoya.
En apariencia, Ugalde conducía el carro y era acompañado por tres jóvenes más, sin embargo, perdió el control del automotor que generó que se salieran de la vía e impactaran el árbol.
El choque hizo que el carro se volcara y sus ocupantes quedaran prensados por la carrocería. Personas que pasaban por el sitio dieron aviso al Sistema de Emergencias 9-1-1, donde despacharon unidades de Cruz Roja y del Cuerpo de Bomberos para prestar socorro.
En la escena y tras la utilización de equipo hidráulico, los socorristas lograron tener acceso a los pacientes, sin embargo, Ugalde y Contreras no registraban signos de vida y fueron declarados fallecidos.
Por su parte, los dos jóvenes restantes fueron extraídos del carro y llevados en una condición delicada al centro médico local para una mayor atención médica.
Horas más tarde, agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) realizaron una minuciosa inspección del sitio y recolectaron indicios, además, remitieron los cadáveres al Complejo de Ciencias Forenses.
El caso quedó en manos de las autoridades judiciales para determinar las causas que pudieron mediar en el accidente que cobró la vida de los veinteañeros y dejó a dos personas más hospitalizadas.

RECIEN GRADUADO

DIARIO EXTRA conversó con don José Antonio Ugalde, padre de José David, quien dijo que recordará a su hijo como una persona luchadora que salió de su natal Nandayure para cumplir su sueño profesional.
“Era un muchacho que iba a cumplir 25 años el próximo 31 de mayo. Hace un mes se graduó del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) en Alajuela, sacó el bachiller aquí en el Colegio Agropecuario en Nandayure y se fue para allá para sacar profesión de mecánico en precisión”, contó.
Don José Antonio mencionó que el veinteañero llevaba poco menos de un mes de haber sido contratado, por lo que aprovechaba algunas ocasiones para viajar desde Alajuela hasta la pampa guanacasteca y compartir con su familia y amigos.
“Él quería salir adelante, le gustaba mucho la mecánica, con el esfuerzo de todos, pero sobre todo el de sí mismo, dejando la familia se fue a estudiar, hizo la práctica y se quedó trabajando en el lugar. Era un muchacho bueno, sin vicios, muy querido en la zona, como todo joven cuando venía al pueblo cada vez que podía en su carrito, le que le gustaba era ir con los compañeros a bailar. Ese día terminó el baile y se fueron a buscar comida y al regreso a la casa, pasó esto”, narró.

GRAN HIJO

Con su voz quebrada al recordar el tiempo que vivió junto a José David, don José Antonio dijo que lo recordará como un gran hijo al que llevará en su corazón.
“Era un excelente hijo, ser humano. Dios me lo prestó por 25 años y no tengo nada más que sentirme orgulloso y para mí es una bendición tenerlo como hijo, traté de hacerlo lo más feliz que pude y él a mí, él adoraba su familia, lo era todo”, acotó.
Por ahora, don José expresó que su hijo, pese a su corta edad, le dejó un gran legado, que fue el amor incondicional hacia su familia.
“Si algo me deja es el amor, era una persona de valores, que a pesar de su juventud, era una persona entregada a su familia, amigos, una persona quien siempre daba una sonrisa”, concluyó.