Soy una mujer de 28 años, vivo en unión libre. Por la pandemia me fui a vivir con mi novio y en esos días me di cuenta, sin lugar a duda, de que él me es infiel. Eso me da mucha rabia, pero no soy capaz de dejarlo. Lo he hablado con él y me dice que no lo va a volver a hacer, pero al tiempo me doy cuenta de que sale con amigas. No tenemos hijos, soy económicamente independiente y aun así no puedo dar ese paso, estoy muy pegada a él.
Esta pregunta es representativa de la situación de muchos hombres y mujeres, que sin tener un ligamen filial o una dependencia económica, es decir, sin tener hijos y siendo económicamente solventes, ante una infidelidad repetitiva son incapaces de separarse.
A veces el problema reside en la autoestima, en el sentido que se teme que ante una separación no se tenga la capacidad o el atractivo para crear una nueva relación y que esto condicione periodos de soledad que se piensan eternos.
Otras veces, esa baja autoestima hace que se perciba a la pareja como “mucho para mí”, y por eso se cree que difícilmente se va a encontrar a alguien de esas características que quiera una relación.
También muchos temen a la sensación de fracaso, es decir, la separación es vista como un fiasco, y temen al “qué dirán”, situación que se agrava cuando familiares, allegados o amigos tiene mucha injerencia en las decisiones que se toman.
La lista de posibles motivos es enorme y por eso en estos casos lo recomendable es buscar ayuda profesional, destinada a valorar esos motivos, muchas veces ocultos, que impiden romper una dinámica que resulta hiriente. A veces, son ambos los que acuden a la consulta y esto permite en algunos casos valorar la dinámica de ambos, sea para enrumbar la relación o, por el contrario, para propiciar una separación.
PERIODISTA: Redacción Diario Extra
CRÉDITOS: Dr. Mauro Fernández / Sexólogo
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Viernes 06 Mayo, 2022
HORA: 12:00 AM