Mediante 16 allanamientos en diferentes puntos de las provincias de Alajuela, Guanacaste y Puntarenas, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Santa Cruz, Guanacaste, pegó una banda dedicada al robo de ganado y cable.
De acuerdo con el reporte de los agentes judiciales, intentaron dar con 19 personas que integraban la banda criminal, sin embargo una no fue aprehendida.
En total detuvieron a 17 hombres y 1 mujer que en apariencia se dedicaban a robar cable del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).
Para dar con los antisociales "se inició una investigación por la preocupación que tienen las autoridades justamente por el robo de esos materiales", indicó la oficina de prensa de la policía judicial.
En total los puntos para dar con los criminales fueron "9 en San Ramón, 7 en Puntarenas, 1 en Santa Cruz y 1 en Alajuela".
Los investigadores lograron incautar algunas pacas de cable de cobre que sospechan pueden ser propiedad del Estado.
En referencia a esta situación Dowglas Rodríguez, subjefe de la Sección de Hurtos del OIJ, indicó días atrás que “durante el 2021 se recibieron 2.541 denuncias relacionadas a este delito, siendo entre junio y agosto donde más incremento hubo".
El robo de cable ha provocado severos daños económicos para el país. Según una consulta realizada por DIARIO EXTRA a la policía judicial, el ICE “tuvo una pérdida de más de ¢5.000 millones en 88.000 metros de cableado".
ORGANIZACIÓN
En el OIJ informan que la organización criminal tiene tres líderes, dos de ellos costarricenses de apellidos Aguilar y Pichardo, así como un taiwanés apellidado Chuang.
Los ticos coordinaban con sus subalternos para planificar el lugar y la hora del robo de cable, así como quiénes se encargarían de hacerlo.
El material sustraído se llevaba hasta un centro de acopio propiedad de dos sujetos de apellidos Barquero y Reyes, quienes conocían la procedencia de este. Estos “involucraban a su círculo familiar”, según indica Walter Espinoza.
Los últimos que continuaban con el proceso eran dos extranjeros, Chuang y un salvadoreño de apellido Vado, quienes se encargaban de hacer el contacto con el mercado internacional, principalmente Asia, adonde se exportaba el producto robado.
El taiwanés fue detenido en Curridabat y puesto ante las órdenes de la fiscalía, al igual que los demás detenidos por los agentes judiciales en los allanamientos.
“Localizamos aproximadamente 150.000 kilos de cobre, al menos el 45% es de origen ilegal con un valor aproximado de ¢1.000 millones”, comentó Espinoza.
Las instalaciones de Alajuela, donde se concentraba la mayor cantidad de cable sustraído al ICE, fueron allanadas en noviembre de 2021.
El precio supera los ¢4.000 por kilo, "pero ya afuera (del país) ese precio se multiplica y viene luego (al país) en refrigeradoras, carros y otras cosas".
CABLE DEL ICE
Los criminales siguen un protocolo después de que roban el cable. Lo primero que hacen es subir al posteado y cortarlo. El material sustraído viene cubierto con un hule que lo protege.
Debido a esa cobertura los ladrones lo queman para que el metal quede expuesto.
Lo que los criminales desconocen es que el cable del ICE tiene una característica única, ya que el Estado es el único que lo importa.
“El de nosotros viene trenzado, cosa que ningún otro puede traer, lo que hace fácil identificarlo", explicó el técnico que pidió reservar su identidad.
ANTECEDENTES
Los agentes judiciales decomisaron casi 9.000 kilos de material en tres ocasiones entre agosto y setiembre de 2021. También se documentó en la investigación un poco más de 20 eventos entre robo de cable y destace ilegal de ganado.
En total se registró el robo de casi 3.500 metros de cable de diferentes calibres y la exportación de más de 70 contenedores con 20 toneladas de cobre, los cuales alcanzan un valor de más de $210.000 por unidad.
El caso fue denominado Los Chilenos porque Chile es el mayor productor de cobre en el mundo.
PERIODISTA: Yiren Altamirano Bolaños
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Miércoles 30 Marzo, 2022
HORA: 12:00 AM
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