Domingo 28, Abril 2024

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° San José, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Alajuela, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Cartago, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Heredia, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Limón, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Guanacaste, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Puntarenas, CR

Opinión

La liberación femenina es el más radical de los cambios de nuestra época

Miguel Ángel Rodriguez

Vivimos una época de grandes cambios, y en la cual además el cambio mismo se ha acelerado. Nuevos conocimientos científicos, los cambios tecnológicos de las sucesivas revoluciones industriales, los descubrimientos geográficos, la democracia, la lucha por los derechos humanos, las instituciones internacionales, el comercio internacional reglado son nuevas realidades aparecidas en los últimos cinco siglos. Sin embargo, me atrevo a considerar que el más importante cambio ha sido la liberación de la mujer que por milenios vivió sometida por la cultura del patriarcado. Es un cambio enorme que requirió que la mujer conquistara sus derechos civiles y políticos. 

Con la Revolución Francesa se proclaman los Derechos del Hombre y del Ciudadano, pero se responde a la lucha de Olympe de Gauges por la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana cortándole la cabeza en la guillotina. La lucha de las sufragistas fue larga y difícil. Se inició en una época en la cual tampoco todos los hombres mayores de edad tenían derecho al voto. Incluso había esclavos.

En 1848 con la Declaración de Seneca Falls adquiere fuerza la lucha de las mujeres para adquirir igualdad de derechos políticos, elegir y ser electas. El primer país en declarar el voto universal fue Nueva Zelandia en 1893. En Europa fue en Finlandia en 1907 y en los EE.UU. fue en 1920.

Las luchas de las mujeres sufragistas en Costa Rica tuvieron la atención del Presidente José Joaquín Rodríguez, quien propuso se les reconociera el derecho al voto en 1890 y del presidente Ricardo Jiménez, quien lo incluyó en las reformas electorales que propuso en 1925. Pero la oposición patriarcal fue tan dura que no lo lograron conquistar sino muy tardíamente en la Constitución de 1949.

La reforma se manifestó muy lentamente en la realidad de la participación de mujeres en los Supremos Podres y en los órganos decisorios de los partidos políticos.

Es más rápido el cambio de la realidad técnica y la adopción de principios constitucionales, que la evolución de la legislación y las organizaciones y es aún más lenta la transformación de los usos y costumbres. Se hacía necesario acelerar el cambio. 

Lorena Clare, mi esposa, cuando generosamente dejó sus actividades personales para apoyar mi carrera política, tuvo la sabiduría de buscar el consejo de las mujeres en toda la geografía y las condiciones sociales del país, y de ellas aprendió que en política hacían censos, cuidaban las mesas de votación y preparaban almuerzos, pero eran muy pocas las que estaban en los órganos directores de los partidos y las que llegaban a ocupar posiciones en los poderes del Estado.

De ahí surgió su lucha por acciones afirmativas que en diciembre de 1995 se logró aprobar en la Carta Social Cristiana a Costa Rica incorporando cuotas mínimas de participación de mujeres en todos los órganos del PUSC y en sus papeletas de candidaturas para la Asamblea Legislativa y las Municipalidades. Un año después con su empuje y apoyo de mujeres de los partidos políticos representados en la Asamblea Legislativa se legisló imponiendo esas reglas a todos los partidos políticos. Con esos cambios ya en 2002 Costa Rica tenía la participación de mujeres en su Poder Legislativo más alta de América y una de las mayores del mundo. Y se siguió evolucionando con alternancia en las candidaturas y paridad horizontal en las postulaciones.

Lorena, como Primera Dama, dio otras luchas exitosas en salud para las mujeres, atención de las madres adolescentes y educación en amor y sexualidad a los adolescentes, y con penalización de la violencia contra las mujeres. Y logramos nuestro mayor éxito con la innovación mundial del derecho de familia al aprobarse la Ley de Paternidad Responsable. 

Pero quedan tareas pendientes para lograr justicia en igualdad de trato en salarios y posiciones de dirección de empresas; para alcanzar la eliminación de todo tipo de violencia contra las mujeres; y para que se generalicen los cambios en la conducta de los hombres de forma que asumamos las tareas que en el hogar nos corresponden y disfrutemos más intensa y responsablemente de ser tiernos con nuestros hijos.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

EMAIL: [email protected]

Lunes 14 Marzo, 2022

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Miguel Ángel Rodriguez

Enviar noticia por correo electrónico

SIGUIENTE NOTICIA

ÚLTIMA HORA