Diario Extra - Mensajes evidencian relación estrecha entre jugador y ofendida

El Tribunal Penal de Cartago avanzó con el juicio en que figura como imputado el jugador del Club Sport Cartaginés, Marcel Hernández Campanioni.
Este jueves fue el turno de la perita Paula Montero, cuya intervención solicitaron los abogados defensores del delantero con el fin de hacer un análisis a profundidad de los mensajes de texto que el atacante brumoso intercambió con la menor de edad.
La audiencia dio inicio a las 9:45 de la mañana y se procedió con la lectura de los mensajes y la explicación de la experta que aportó su opinión profesional de lo que ocurrió en el 2018.
En los chats se evidencia que la ofendida mantenía un romance con Hernández, según señaló Montero, el lenguaje que usaban era coloquial, romántico y libidinoso.
Además, la perita manifestó que quedaba en clara evidencia que había un interés del uno por el otro.
La experta terminó afirmando rotundamente ante los jueces que tanto Marcel como la víctima conocían la edad de ambos, para mostrarlo la perita leyó textualmente un mensaje que decía:
“No importa la edad, no se preocupe por eso, que la edad es solo un número”, que la presunta afectada habría enviado al isleño.
De acuerdo con el tribunal, estos mensajes se intercambiaron desde el 2 de agosto del 2018, días antes del encuentro donde supuestamente ocurrieron los hechos que se le achacan al artillero.

CONVERSACIÓN

La experta leyó de manera literal las partes donde queda constancia de que se trataría de actos consensuados por parte de la demandante y el jugador, inclusive la menor le sugirió a Marcel que para que no se malinterpretaran las cosas, mantuvieran la relación escondida.
Según las conversaciones, el futbolista trataba de “amor” y “princesa” a la víctima, al igual que ella comenzó a tratarlo como su “amor” y hasta “mi vida”, además la menor le expresó al artillero en varios mensajes que deseaba verlo y que contaba los minutos y las horas para reencontrarse.
“Eres demasiado lindo y me encanta tu acento, no puedo esperar para verte”, escribió la víctima.
“No tengo amigos, tú eres mi única amiga, mi amor, mi princesa y mi todo”, contestó el cubano.
Las conversaciones continuaron, llegando al punto de que Hernández le envió la ubicación de su apartamento donde en apariencia mantuvieron relaciones sexuales.
Al respecto, según la perita Montero, los mensajes de cariño los intercambiaban ambos sin ninguna muestra de rechazo, oposición o desagrado por parte de ninguno.
Sin embargo, las conversaciones se pausaron durante un tiempo, por lo que se presume que fue el momento en que se da el encuentro, luego de la visita, los mensajes continúan, para entonces la ofendida manifestó en dos ocasiones el disgusto de haber tenido relaciones sin protección, inclusive le señala a Hernández que visitó a su ginecóloga y esta le dio pastillas y una crema.
Montero aprovechó lo anterior para mostrar que en ningún momento se manifiestan molestias por agresión física o reclamos por agresión sexual como tal, al contrario, la joven expresaba sus deseos de volverlo a ver.

INCONGRUENCIA

En la conclusión de la lectura de las conversaciones, Montero manifestó que el análisis de los mensajes revela incongruencias con los cargos que se le achacan a Hernández en la denuncia.
En primera instancia, la acusación señala que el futbolista invitó a la menor a desayunar, no obstante, Montero señala que por el tiempo y hora del encuentro nunca se habló de una invitación a desayunar.
Agregó que en la denuncia se explica que la menor no sabía a lo que se enfrentaría en dicho encuentro, cuando en los textos queda en evidencia que se mantuvo conversaciones acerca del tema y un conocimiento de lo que ocurriría ese día sin oposición de ninguna de las partes.
“Usted me dice que no me preocupe porque no usamos protección y después se viene a fuera, pero tengo miedo de quedar embarazada”, le escribió la menor.
“Vale amor no te preocupes tranquila, yo te voy a cuidar y voy a estar para ti”, respondió el jugador.
“Qué lindo que sos, eso espero”, dijo la ofendida.
La experta concluyó manifestando que en ningún momento encontró que la víctima se sintiera amenazada o violentada, ya que logró hallar en los textos una afinidad e interés de ambos por verse y continuar con los encuentros.
El debate llegó a su fin con el interrogatorio de la fiscala, para posponer las conclusiones para hoy a tempranas horas de la mañana.