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Opinión

Por quién no votar

Alternativas

Sería muy perjudicial para el bienestar de los costarricenses, y en especial para las familias con menores ingresos, elegir miembros de los supremos poderes que estén en contra de mantener la regla fiscal, de aprobar la ley de empleo público, de mantener vigente el acuerdo con el FMI y para ello favorecer el aumento de ingresos necesario para alcanzar las metas propuestas en ese convenio, o en su defecto acordar medidas alternativas equivalentes que permitan alcanzar las metas fijadas.
Ese, por lo que expongo, debería ser un criterio fundamental para definir por quién no votar. Es un criterio tan válido en las condiciones actuales como lo son los de no votar por quien pueda poner en riesgo nuestra libertad, nuestros derechos humanos, la democracia, el estado de derecho o la honradez en la conducción del estado.
El 2021 terminó en muchos frentes mejor a lo esperado. Los resultados fiscales, el crecimiento económico, la recuperación del turismo, la disminución del desempleo, fueron sustancialmente mejores a lo que se podía prever unos pocos meses antes.
Pero estamos lejos de haber superado los problemas que han agravado la pobreza, la desigualdad, el desempleo, el desequilibrio fiscal. Enfrentamos la nueva cepa del virus SARS-CoV-2 y una nueva ola que significan serios costos sanitarios y económicos. El nivel del endeudamiento público, aunque es menor a lo que se proyectaba, sigue siendo muy alto. El Gobierno probablemente logre equilibrar el resultado primario y tenga un superávit o un déficit primario cercano a cero; pero se requiere un resultado primario positivo para que la deuda no siga creciendo y empiece a disminuir hasta llegar a un nivel aceptable. Recuperamos el nivel de PIB de 2019 pero perdimos lo que hubiéramos crecido en 2020 y 2021 sin pandemia. El turismo apenas si representó un 40% de lo que significaba antes de la Covid. No hemos recuperado el nivel de ingreso per cápita anterior a la pandemia. Todavía hay 142.957 personas menos empleadas que antes de empezar la pandemia.
Los buenos resultados fiscales de 2021 nos permiten bajar el tamaño del ajuste faltante, pero aún es necesario. Sin ese ajuste no se darán las condiciones para que aumente significativamente y de manera sostenida la tasa de crecimiento del PIB y ello es necesario para atender los problemas sociales que sufrimos.
Además, el resultado fiscal de 2021 depende en buena medida de una caída brutal en la inversión pública. Si se hacen los ajustes que son necesarios para que los datos de 2021 sean comparables con los de 2020, ya que en el año pasado se incluyen los Órganos Desconcentrados que antes tenían trato aparte, el acumulado de noviembre muestra una caída de 37% respecto a 2020 en los gastos de capital. Eso es muy dañino para generar la recuperación económica indispensable para generar empleo y aliviar la pobreza. Por consiguiente, es necesario encontrar otros rubros de disminución de gastos y de aumento de ingresos que nos permitan recuperar la inversión.
Pero ahí no acaban las exigencias en el terreno fiscal.
El más importante objetivo inmediato debe ser generar empleos formales para disminuir la pobreza y la desigualdad; y es una tarea gigantesca. Con la fuerza de trabajo del pasado noviembre para llegar a un desempleo del 6% se deberían generar 289.157 nuevos puestos de trabajo. La cifra debe ser mayor por el crecimiento que va teniendo la población y para permitir la incorporación de una mayor cantidad de mujeres, que en nuestro país tienen una muy baja participación aún en comparación con América Latina.
Para generar empleo formal se requiere sustituir parcialmente los impuestos sobre la planilla que actualmente financian la medicina, la lucha contra la pobreza y la previsión social. Para acelerar el crecimiento se debe disminuir el margen financiero de los bancos y así aumentar el ahorro y la inversión, lo que demanda eliminar las cargas parafiscales que recaen sobre los bancos públicos. Esto demanda de las futuras autoridades medidas adicionales en las finanzas públicas para sustituir esas fuentes de ingresos o con mayores reducciones de gastos vía cambios estructurales o con la aprobación de diferentes impuestos.
Por todas esas razones la siguiente Administración que elegiremos dentro de 3 semanas no puede dejar de actuar seria y responsablemente ante la situación fiscal.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

EMAIL: [email protected]

Lunes 17 Enero, 2022

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Miguel Ángel Rodríguez

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