Diario Extra - Tica-venezolana repatriada clama por su pensión

Doña María Elena es una venezolana-costarricense que tiene poco más de dos años de estar en el país, ya que el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto la repatrió de Venezuela en 2019.
Exactamente el 31 de julio de ese año, este ministerio buscó a costarricenses que residían en dicho país para repatriarlos y que así pudieran escapar de la crisis social y política que se vive en dicha nación.
Cuando se les informó que al grupo de 9 nacionales serían parte de las personas que podían volver a Costa Rica se les envió un documento en el que aceptaban que la cancillería se haría cargo únicamente del traslado, pero que al llegar al Aeropuerto Internacional Juan Santamaría no se hacía responsables de ellos.
Esta adulta mayor accedió al trato con los representantes de la embajada con tal de viajar lejos de lo que ella misma califica como un infierno que vivía en el país sudamericano.

CALVARIO

Una vez en el país, doña María empezó a vivir otro calvario, ya que se las tuvo que ingeniar sola para encontrar un lugar donde vivir, esto porque sus familiares en Costa Rica no tienen relación con ella y permanecen incomunicados desde hace 24 años.
A como pudo, gracias a un grupo en Facebook de venezolanos en Costa Rica, encontró un lugar donde vivir, que es pagado por su hijo, ya que sus ingresos son nulos.
Ella es ingeniera industrial, además de abogada, con Maestría en Ciencias Penales y Criminológicas, pero ninguno de sus títulos ha sido validado en el país, lo que le imposibilita ejercer.
Por sus padecimientos, entre ellos glaucoma e hipotiroidismo, buscó la forma de acceder a un seguro para recibir tratamiento y por su condición de salud y edad la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) se lo otorgó.
Su único hijo, el cual reside en París, Francia, es quien le envía ¢125.000 mensuales para que ella pueda pagar el apartamento pequeño en el que vive, mientras que para comer recibe ayuda del Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor (Conapam).

RECHAZAN PENSIÓN

Precisamente estos dos detalles son los que influyeron en la decisión de la CCSS para negarle la pensión de Régimen No Contributivo, ya que consideran que no presenta la necesidad de dinero para ser beneficiaria.
Parece ser que ser honesta ante una inspectora del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) fue lo que la llevó a no recibir la pensión, porque aceptar que recibe alimentos del Conapam y dinero de su hijo no la pone en condición de pobreza mínima para ser merecedora del rubro.
Esto, claramente, lo ha intentado apelar en diferentes ocasiones, pero la respuesta de las autoridades es la misma, su pensión es denegada una y otra vez, ya que la observación de la inspectora se repite con cada objeción.
Esta señora menciona que ha sido victima de malos tratos, incluso ha recibido insultos xenófobos en las oficinas regionales del IMAS, pero insiste en su necesidad de la pensión para tener la vida digna que se le niega.
La preocupación de esta tica-venezolana es que su hijo, quien le ayudaba económicamente, está por irse a hacer un doctorado en Papúa Nueva Guinea y este no tendría opción para continuar enviando parte de su beca para ayudarle su madre a pagar su lugar de residencia.
Este viaje inicia en enero próximo y se extenderá por casi dos años, pero, aun así, las autoridades no escuchan el llamado de esta señora, quien asegura que ahora deberá vivir debajo de un puente porque no tendrá cómo pagar el alquiler de su apartamento.
La última inspección del IMAS fue el pasado 9 noviembre, cuando nuevamente se rechazó el beneficio con la siguiente respuesta:
“Actualmente, el escenario social en el que se encuentra la señora Pérez García, le provee de los recursos básicos para su estabilidad y seguridad personal, sin embargo, ante cambios sustanciales de su situación socioeconómica, podría ser sujeta de nueva valoración, dado situación de dependencia económica de su hijo y de subsidios estatales que recibe al momento de la presente valoración”.
Se intentó conocer la versión de esta inspectora, pero al cierre de edición no se obtuvo respuesta.