Diario Extra - Hieren a vendedor de lotería en violento asalto

Gonzalo Nicolás Mejía, vendedor de lotería vivió momentos de terror cuando dos sujetos lo interceptaron, golpearon y hasta le dispararon para asaltarlo.
Los hechos ocurrieron cuando el hombre, de nacionalidad nicaragüense, residente en el país desde hace varios años, volvía a su casa tras un largo día de trabajo.
DIARIO EXTRA conversó con Mejía, quien explicó que hace muchos años perdió su pierna derecha en un accidente de tránsito ocurrido en su tierra natal, pero asegura que eso no ha sido impedimento para salir adelante con sus trabajos en Costa Rica.
El día del asalto, volvía a su casa en Ochomogo, Cartago. Según contó, el chofer del autobús le hizo el favor de dejarlo en la entrada a unos 150 metros de su vivienda.
Nicolás Mejía avanzó 50 metros confiado y con ganas de llegar a su casa a descansar, pero lo interceptaron dos personas y con un arma de fuego le indicaron que entregara todo.
“Yo camino en muletas porque no tengo totalmente la pierna derecha por un accidente de tránsito que tuve hace 29 años, yo humildemente me ganó la vida vendiendo chances, lotería, popis, cualquier cosita, pero honradamente, entonces, cuando estoy a 100 metros de mi casita, yo nunca volví a ver para atrás, cuando sentí que el hombre me encañonó y dijo: ‘Entregue todo lo que anda’”, recordó.
Y añadió: “Al ver al hombre, saqué la mano derecha y él hizo dos disparos. Yo olvidé que me falta una pierna y me puse a luchar contra ellos, por el mismo amor, el cariño a la platita que no es de uno, con la que uno ha trabajado humildemente, cometí esa falla, me partieron la frente y ocupé 13 puntadas y me dispararon en el brazo”.
El trabajador no solo se enfrenta al robo de 400 fracciones de lotería navideña y de ¢850 mil en efectivo, todo lo llevaba en el maletín sustraído, sino que también sufre por la pérdida de parte de sus ahorros.
Nicolás explicó que, en el fondo de ahorro de vendedores de lotería, él tenía ahorrados poco más de ¢2 millones, por lo que le prestaron un millón de colones para que adquiriera producto, pero se lo robaron.
En el Fondo le rebajan de sus ahorros el monto adeudado, es decir, quedará con poco más de ¢500 mil.
Esto ocurre porque el seguro que tiene el Fondo es solo en caso de que el vendedor de lotería fallezca en el asalto. Bajo esa circunstancia, los ahorros quedarían intactos.
“Prácticamente me quedé sin nada porque no tengo platita para trabajar. Esta mercadería la tengo porque los que me conocen saben que yo les pago y me pusieron mercadería para que yo trabaje”, contó.
Como si esto no fuera suficiente, al vendedor le robaron sus documentos y ahora debe ver de dónde sacar ¢120 mil para poder reponer su cédula de residencia, monto que, asegura, no tiene.