Diario Extra - Misterio gira en torno a muerte de comerciante

Un comerciante identificado como Mauricio Morera Rojas perdió la vida al ser atacado con un arma blanca en la comunidad de La Aldea, en Pocosol, San Carlos.
Al parecer al hombre de 42 años lo atacaron varios sujetos, quienes lo dejaron gravemente herido tras propinarle heridas de puñal.
Datos a los que tuvo acceso DIARIO EXTRA indican que Morera era ebanista y tenía una pulpería, lugar en el que sus familiares lo encontraron.
Sus parientes de inmediato dieron aviso al Sistema de Emergencias 9-1-1, que despachó unidades de la Cruz Roja y la Fuerza Pública para la atención del incidente.
Una vez en el sitio, los socorristas valoraron a Morera, sin embargo ya no tenía signos de vida y lo declararon fallecido.
Los uniformados custodiaron la escena hasta que llegaron los agentes judiciales, quienes iniciaron las pesquisas.
Se presume que los homicidas al parecer llegaron en una motocicleta, ya que los policías encontraron una quemada, así como ropa con rastros de sangre y algunos cuchillos a pocos metros de la escena del crimen.
Horas después los agentes del OIJ levantaron el cuerpo, el cual fue llevado al Complejo de Ciencias Forenses para someterlo a la autopsia.
El caso quedó en manos de la policía judicial, que determinará las causas que pudieron mediar en el homicidio.

ERA TRABAJADOR

El Diario del Pueblo conversó con Eduardo Arguedas Morera, sobrino del ahora occiso, quien dijo desconocer si alguien tomó represalias contra su tío.
“Era una persona muy humilde, esforzada y entregada a sus papás. Se dedicaba a hacer muebles, era culto y aparte hasta cierto punto. No era como esos hombres que andan de fiesta en fiesta, era una persona que pasaba en su trabajo”, relató.
Arguedas dijo que el día del deceso Morera salió a compartir con algunos de sus amigos.
“Nos tomó por sorpresa absolutamente a todos porque no sabíamos si estaba amenazado o no, si lo estaban siguiendo. Es algo difícil de saber porque no tenemos información.
Él fue a misa después de regresar del trabajo y compartió con algunos amigos. Él vendía ciertos paquetillos y otras cosas, por lo que estaban compartiendo. Eso es lo único que sabemos”, narró.
De acuerdo con el sobrino, se enteraron de lo sucedido el día siguiente.
“Mi abuelo en la noche vio que estaba compartiendo con esos muchachos, luego de ahí para allá no sabemos nada, lo único es que puso un mensaje en un chat del pueblo donde decía que había dos hombres pidiendo gasolina y extraños, pero era muy tarde y ningún vecino lo vio hasta el día siguiente.
No sabemos mucho y es lo que nos dijo uno de los muchachos que le hicieron a mi tío. Él llamó al 9-1-1 e informó. Nos dimos cuenta porque a la hora de no llegar, mi abuelo llamó a mi tía y le dijo que fuera a fijarse donde trabajaba (mi tío) porque no había llegado a la casa, ya que siempre ordeñaba a la 5 a.m. y era el primero en llegar”, añadió.
Por ahora el joven, dijo que recordará la fuerza para enfrentar la vida que su tío tenía y que recordará la última vez que compartieron en familia.