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Opinión

Nuevo ridículo internacional

Editorial

La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que se celebra anualmente es la oportunidad de los países de todo el mundo para pronunciarse sobre los temas que más los inquietan a nivel internacional.
El discurso puede resultar llamativo con elogios por la forma en cómo se pronunció o quizá carente de sentido que puede terminar resultando vergonzoso ante las miradas de millones de personas en el planeta.
Carlos Alvarado, presidente de la República, presume que es un líder influyente a nivel mundial, que busca ser referencia en el resto de naciones y tiene una ventaja a su favor: Costa Rica es pionero en la abolición del ejército, por algo nos llaman la Suiza Centroamericana y somos un territorio que levanta la bandera de la paz.
Sin embargo, estuvo en la ONU ante la oportunidad de limpiar su cuestionable imagen y al igual que en el Bicentenario, desaprovechó la ocasión, con un discurso reiterativo y con una frase que nadie sabe de dónde salió: “Reconocemos a las Islas Malvinas como territorio argentino y hacemos un respetuoso llamado a zanjar esta diferencia de manera pacífica”.
La gran incógnita es… ¿por qué Alvarado sacó a colación un tema que prácticamente está zanjado y descontextualizado? ¿Será por un trasfondo ideológico con el gobierno argentino o porque querrá iniciar un pleito innecesario con el Reino Unido?
Sabemos que la Guerra de las Malvinas fue un acontecimiento que marcó la historia mundial, el cual desencadenó la muerte de 649 soldados argentinos, 255 británicos y 3 civiles isleños.
Eso no se pone en duda, sin embargo, ese debe ser un asunto que compete única y exclusivamente a Argentina y al Reino Unido.
Si el gobierno de Costa Rica está tan pendiente de ese conflicto internacional, entonces por qué anteriormente la Cancillería no había realizado un pronunciamiento al respecto. ¿O es que acaso la opinión de Alvarado fue muy personal como para no compartirlo antes con su pueblo?
Si tanto le interesa la política internacional, ¿por qué no se preocupó por las caravanas de migrantes del Triángulo Norte con destino a Estados Unidos? Ese tema es más regional y Costa Rica usualmente es un líder histórico en la atención de esa problemática. Aquí quedamos debiendo con creces.
Quizá a Alvarado no le interesen las repercusiones que tenga la migración masiva de estos pueblos o los corredores humanitarios de cientos de centroamericanos que arriesgan sus vidas únicamente por buscar las mejores condiciones para vivir.
Curiosamente tampoco dijo nada de la altísima inflación que enfrenta el pueblo venezolano bajo el régimen de Nicolás Maduro, la amenaza ante una posible dictadura de Nayib Bukele, presidente de El Salvador, o las manifestaciones que desencadenaron violencia por el paquete tributario discutido en Colombia. Aspectos que son recientes y tienen injerencia en la región.
Con respecto a Nicaragua se esperó un pronunciamiento más enérgico donde condenara la represión de líderes políticos de oposición por parte del régimen de Daniel Ortega, quien busca reelegirse en momentos de amplios cuestionamientos internacionales.
Pero no, únicamente le dedicó un párrafo y dijo: “Hacemos un llamado para que la institucionalidad democrática, el respeto y promoción a los derechos humanos, la libertad de expresión y prensa tengan todas las condiciones en ese hermano país”.
El discurso de Carlos Alvarado fue de aproximadamente 20 minutos, centró su mensaje en las vacunas contra el Covid-19 y el medio ambiente, ambos temas que no son nuevos para él, sus disertaciones son reiterativas y ya cansan al receptor.
Con respecto a las vacunas llama poderosamente la atención que busca servir de ejemplo a nivel internacional, pero lamentablemente sus acciones que atentan contra la económica en nada contribuyeron a ese equilibrio necesario para salir adelante.
El mandatario presume con el manejo de la pandemia cuando en realidad los que están enfrentándola a lomo partido son los médicos, los enfermeros y el personal de primera línea.
En cuanto al medio ambiente, sabemos que existe una obsesión de Alvarado por impulsar su huella verde y el plan de descarbonización, pero tanto busca ser el modelo ideal en el mundo que su administración es incapaz de resolver los problemas de Crucitas y el manejo de los residuos sólidos.
Señor Presidente, sea coherente con sus ideas, tenga argumentos sólidos para referirse a las problemáticas y deje de exponer a Costa Rica con ridículos internacionales.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

EMAIL: [email protected]

Jueves 23 Septiembre, 2021

HORA: 12:00 AM

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