Diario Extra - Insisten en liberar a Mélida Solís y Carlos Cerdas

Entre gritos y amago de disturbio, se llevó a cabo la audiencia de los empresarios Mélida Solís Vargas y Carlos Cerdas Araya en la sala nueve del Tribunal de Justicia en Goicoechea.
Ambos figuran como imputados en el caso Cochinilla y actualmente están en prisión como medida cautelar.
De acuerdo a fuentes cercanas al caso, la razón por la cual se presentaron los dos imputados y sus respectivos abogados fue para apelar las medidas de prisión que tienen ambos desde hace aproximadamente dos meses.
Según el debate llevado este miércoles, los defensores pretenden que la jueza Carolina Lizano Salazar, a cargo del debate, deje en libertad a Solís y a Cerdas, cumpliendo arresto domiciliario con brazalete electrónico. Además, el licenciado Francisco Campos añadió al caso los problemas de salud que su clienta está sufriendo por su encierro en la Cárcel de Mujeres Vilma Curling Rivera, mejor conocida como “El Buen Pastor”.
Sumado a esto, información que trascendió a DIARIO EXTRA señala que, en un principio, la apelación solo sería de parte de los abogados de Cerdas, sin embargo, Campos, al darse cuenta de esta apelación, se unió al reclamo y es por esa razón que ambos imputados ingresaron juntos al salón donde se realizó la diligencia judicial.

INGRESO DE MÉLIDA Y CERDAS

A su arribo a los tribunales, Mélida encabezaba la caravana de oficiales que la traían esposada y, tras ella, iba Cerdas. Ambos ingresaron escoltados por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), de esa manera, parecía que iniciaría pronto el debate, no obstante, comenzaron las primeras disconformidades de los abogados, que alegaban que la sala donde se llevaría el caso era muy pequeña para la cantidad de abogados que estaban en ella.
Por esta razón, la reunión tardó en empezar, por la búsqueda de una sala adecuada para el debate, así que empezó con un retraso de casi media hora.
Mientras el tiempo transcurría, se inició una discusión entre los abogados, al punto que tres de ellos tuvieron que ser retirados de la sala.
Uno de los que fue desalojado del debate fue el licenciado Alonso Salazar, quien en su enfado declaró ante la prensa el motivo del enfrentamiento.
“Hace un mes el licenciado Erick Ramos, que es el defensor de Carlos Araya, planteó una solicitud de revisión cautelar, el juzgado señaló el conocimiento de esta gestión. Ramos adelantó que, en el caso de su cliente, había una serie de circunstancias de orden procesal que tenían que ser revisadas por el juzgado en efecto de considerar el cambio de la prisión preventiva que cumple en estos momentos.
El viernes pasado la defensa de Mélida Solís presentó un incidente de enfermedad y el incidente es un trámite privilegiado que en principio debe ser conocido de forma expedita, por lo que el juzgado convocó este miércoles a ambas partes para conocer ambas gestiones”, explicó.

TRÁMITE EN CONJUNTO

El abogado Salazar también señaló que la audiencia se está llevando como un trámite en conjunto entre los defensores de Cerdas y los defensores de Solís, de esta manera, ambas partes se ayudan mutuamente con el proceso legal de cambio de medidas.
“El primer problema en este debate es que, a efecto de la revisión de la medida cautelar todas las partes procesales somos interesados, máxime que se anuncia que hay eventualmente cambios en las circunstancias procesales. Me hice presente en representación de mis clientes y el juzgado dice que yo no puedo permanecer en la audiencia porque aducen que es un tema que solo compete a el señor Carlos Cerdas, sin embargo, ha permitido la presencia en la audiencia de otra parte procesal que en este caso es la defensa de la señora Mélida Solís, porque dicen que va a tramitar conjuntamente la audiencia; es decir, se le niega la participación a unas partes procesales, pero mete a otra, lo que genera un estado de desigualdad procesal”, explicó el licenciado.
Terminada la audiencia se supo que se debió reprogramar para concluir con la decisión de los jueces, por lo que los dos imputados fueron enviados nuevamente a prisión.