De enero a julio del presente año el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) reporta 1.980 casos de abusos sexuales contra personas menores de edad, generados principalmente por el confinamiento a causa de la pandemia del Covid-19.
Guillermo Acuña, sociólogo e investigador, conversó con DIARIO EXTRA e indicó que estos abusos empiezan con una relación de acercamiento y confianza que tiene la víctima con el agresor.
También reveló que estos comportamientos se fundamentan en el poder que tiene una persona sobre la otra.
“Generalmente las personas se comportan con un ejercicio desmedido del poder, ya sea físico, emocional, psicológico o sexual, sobre la otra persona para someterla, dominarla y sujetarla para no dejarla accionar”, explicó.
MENTES CRIMINALES
De acuerdo con el experto, los agresores desarrollan dos procesos. El primero es que hacen a la persona abusada creer que lo que experimenta es natural y normal.
En segunda instancia crean un pacto con el abusado para que no comunique lo que sucede. “Generalmente esto ocurre en contextos familiares, de mucha cercanía”, comentó.
En ocasiones estos abusos no necesariamente implican una violencia desmedida, sino que pueden ser pasivo-agresivos sobre la persona agredida.
“Un cuarto aspecto que deriva del contexto que estamos experimentando como país, planeta y civilización es que desde que arrancó la pandemia los casos de abuso a personas menores de edad han aumentado debido al incremento en el tiempo de exposición y relación entre una persona y la otra, sobre todo en lo privado”, expresó.
INDICADORES
Dixiana Centeno Víctor, psicóloga del PANI, explica que existen varios indicadores que se perciben a simple vista, como el caso de la revelación. “Es el discurso que nos da el niño que está siendo víctima de algún tipo de abuso sexual”, señaló.
Durante este relato la víctima demuestra que hay un identificador físico o verbal donde da a conocer la situación.
Los identificadores físicos son detectados por medio de la observación que tiene la persona a cargo del menor.
En algunas ocasiones el niño puede mantener un comportamiento sexualizado que no se encuentra acorde con su edad e incluso con el conocimiento que debe tener a cierta edad. Este comportamiento se puede manifestar mediante juegos sexuales.
Centeno expresa que también se debe prestar atención a indicadores inespecíficos que pueden estar relacionados o asociados al abuso, pero no permiten confirmar que una persona es víctima de abuso sexual.
“En caso de niños y adolescentes encontramos conductas que anteriormente no se han venido presentando, como rechazo a caricias, abrazos, contacto físico, miedo a cambios de ropa, cambios abruptos en las conductas, llanto o sueño sin motivos”, manifestó.
A su parecer es importante prestarles atención a los indicadores inespecíficos, pues pueden relacionarse con estos casos.
“Podríamos brindar un acompañamiento o buscar un profesional para saber si es una situación de abuso sexual (…)”, añadió.
SIN PARIENTES
Algunos padres exponen a sus hijos e indican a los profesionales que aunque los abusan, solo pueden dejarlos con ciertas personas. Esto llevaría a una denuncia en su contra ante la fiscalía.
En casos donde el padre permite estos abusos el menor recibiría un proceso especial de protección por parte del PANI, pero cuando desconoce el abuso se le recomienda interponer la denuncia contra el agresor.
“Se le brindaría un acompañamiento al padre de familia para ir revisando las necesidades o requerimientos encontrados dentro de la familia (redes de apoyo, situación económica específica, entre otras cosas que se puedan identificar dentro de la valoración). No es una justificación decir que no tiene otra red de apoyo”, comentó.
Centeno dijo que si el padre presenta una situación económica difícil o tiene una decadencia por redes de apoyo adicionales, lo ideal es que acuda de inmediato al PANI para que brindarle orientación.“Si el padre desconoce de una situación, pero el niño se lo revela o identifica algunos indicadores, igualmente puede solicitar ayuda para hacer una corroboración de alguna situación específica”, finalizó.
EN CIFRAS
PERIODO CASOS
- Enero-julio 2020 ... 2.762
- Enero-julio 2021 ... 1.980
EN 2020
OTROS ABUSOS CASOS
- Negligencia por salud ... 20.016
- Agresión física ............. 12.751
- Exposición a drogas ....... 8.183
- Consumo de drogas ....... 4.868
PERIODISTA: Marycruz Brenes Mejía
CRÉDITOS: Fotos: Archivo (Imagen con fines ilustrativos)
EMAIL: [email protected]
Martes 31 Agosto, 2021
HORA: 12:00 AM
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