Túnez. (AFP) - El presidente Kais Saied, quien acaba de orquestar una demostración de fuerza en Túnez, lanzó una ofensiva anticorrupción contra 460 empresarios acusados de desviar fondos durante el mandato del dictador Zine El Abidine Ben Ali.
Tres días después de suspender la actividad del Parlamento durante un mes y de arrogarse el conjunto del Poder Ejecutivo, el jefe del Estado criticó las "malas elecciones económicas" realizadas durante los últimos años en Túnez, durante una reunión con el presidente de la patronal Utica, el miércoles por la noche.
Saied, quien aún no nombra a un primer ministro, denostó a "quienes saquean dinero público". Son "460", que deben "13.500 millones" de dinares (€4.000 millones, $4.700 millones) al Estado, recordó, citando un viejo informe elaborado por una comisión de investigación sobre corrupción y malversaciones bajo el régimen de Ben Ali.
"Ese dinero debe regresar al pueblo tunecino", recalcó el presidente. Para ello prevé ofrecer acuerdos judiciales a los empresarios sospechosos: que paguen las sumas requeridas -que irían a parar a las regiones menos desarrolladas de Túnez- a cambio de no abrir diligencias contra ellos.
Tras meses de crisis política, el presidente Saied, cuyas prerrogativas suelen limitarse a la diplomacia y la seguridad, se hizo con el poder el domingo, asegurando actuar de acuerdo con la Constitución. Una decisión denunciada como un "golpe de Estado" por su principal rival, el partido de inspiración islamista Ennahdha.
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Viernes 30 Julio, 2021
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