Diario Extra - Estado compra frijol con sobreprecio al CNP

El Consejo de Promoción de la Competitividad revisó lo que pagan las instituciones públicas al Consejo Nacional de Producción (CNP) por algunos productos y aducen que encontraron un sobreprecio en el caso del frijol.
“Costa Rica ingresó como miembro pleno de la OCDE hace dos meses. Las recomendaciones en temas de competencia, de eficiencia de las compras públicas y del buen uso del gasto público son esenciales”, afirmó Mónica Segnini, presidenta del Consejo.
A modo de ejemplo citó que el CNP vende la bolsa de frijoles a las instituciones públicas un 56% más caro con respecto al precio que podría ofrecer la empresa privada, lo cual provocaría que el Estado pague un sobreprecio de ¢2.570 millones en 2021 si compra la misma cantidad que el año anterior.
En 2020, las entidades públicas como escuelas y colegios adquirieron en el CNP un total de 112.148 quintales de frijoles.
“La bolsa de 800 kilogramos podría ofrecerse a las instituciones públicas a un costo de ¢834, pero el Consejo se las vende a un precio de ¢1.300. Es decir, con ¢466 de más”, señaló Segnini.
Estos datos, según dijo, se desprenden de un análisis propio de ellos, que tomó como referencia los números del Tica para la importación del grano.
“Obligar a las instituciones públicas a comprar al CNP y pagar sobreprecios es absolutamente contrario a los principios de eficiencia y eficacia de los presupuestos públicos, y es contrario a las mejores prácticas de competencia”, agregó.
Asegura que el esquema del CNP también va en contra del modelo que Costa Rica adoptó tras la incorporación a la OCDE.
En su criterio, el artículo 9 de la reforma a la Ley Orgánica del Consejo Nacional Producción (N° 6.050) representa una amarra para la competencia, ya que la norma obliga a las instituciones públicas a comprarle bienes alimenticios al CNP.
En otras palabras, esta norma impide a las empresas privadas vender frijoles a las instituciones públicas y así ofrecerles mejores precios.
“Las empresas privadas se enfrentan a un ambiente anticompetitivo al no poder competir por el suministro en precio y calidad, lo cual no contribuye a la reactivación económica”, dijo.

NO SE COMPARA CON IMPORTACIÓN

Por su parte, el CNP rechaza el calificativo de sobreprecio de frijol. La institución expresa que se utiliza una estructura de costo para definir un precio justo al micro, pequeño y mediano productor costarricense, el cual no es comparable con los costos de importación del producto que además recibe beneficios arancelarios.
“El precio facturado en el Programa de Abastecimiento Institucional (PAI), además de ser justo, es un precio de mercado con verificación en las estadísticas de comportamiento de precios a nivel nacional”, indicaron.
Aclararon que, en el año 2020, el CNP comercializó 112.148 quintales de frijol que fueron comprados a 11 organizaciones de las 3 regiones productoras en Costa Rica: Chorotega, Huetar Norte y Brunca, acción de la cual se beneficiaron 3.597 familias.
Este frijol es producido por micros, pequeños y medianos empresarios que están inscritos en esas organizaciones, las cuales encadenan a otras organizaciones o productores independientes que no tienen condiciones de abastecer directamente al mercado nacional.
“La entidad dispone de una actualización de costo de producción de las diferentes regiones y, a partir de la información arrojada, además de los costos de procesamiento, embalaje, almacenamiento y distribución nacional, definimos el precio justo de compra al productor nacional”, añadió.
En Costa Rica se produce, actualmente, el 20% del frijol de consumo nacional, procedente de regiones con índices socioeconómicos bajos o de pobreza (entre el 1° y 2° quintil de muy bajo y bajo desarrollo). Además, estas zonas cuentan con pocas alternativas productivas.
“Es injustificado hacer una comparación del volumen de producción costarricense que maneja el CNP con productos importados procedentes de países con desarrollo superior al nuestro y en su mayoría con beneficios tributarios contemplados en tratados de libre comercio”, dijeron y agregaron que los precios difundidos por Segnini no son de mercado detallista, sino mayorista.
“Es poco conveniente que no se indiquen las marcas y establecimientos que comercializan a esos precios. Paralelamente se deberían comparar esos precios versus la calidad ofrecida al consumidor, ya que desde el CNP se verifica el cumplimiento con la norma técnica de frijol de primera calidad”, acotaron.
Esta polémica se suma a la denuncia de que en el huevo también se pagaba un sobreprecio al Consejo Nacional de la Producción.