El príncipe Hamza quiso derrocar al rey Abdala II de Jordania y para hacerlo buscó ayuda de Arabia Saudita, según el acta de acusación contra sus dos presuntos cómplices.
Sin embargo, en un proceso que se iniciará la semana próxima frente a la Corte de seguridad del Estado, Hamza no estará en el banco de los acusados.
Tras la crisis sin precedente que sacudió a la monarquía en abril pasado, Hamza prometió "fidelidad" a Abdala II.
Solo serán juzgados Basem Awadalá, ex jefe de la oficina real, que tiene la nacionalidad saudita y es odiado por una gran parte de la población, y Cherif Hasan ben Zaid, que fue un tiempo emisario especial del rey en Arabia Saudita.
Pueden ser condenados, según uno de sus abogados, a 20 años de cárcel.
Sin embargo, el medio hermano del rey estuvo en el centro del complot.
"El príncipe Hamza estaba determinado a lograr su ambición personal de reinar, en violación de la Constitución y las costumbres hachemitas", asegura el acta de acusación.
"Para tener éxito, buscó explotar las preocupaciones y los problemas de la población y provocar la sedición y la frustración en la sociedad, (...) especialmente por medio de tuits redactados por Basem Awadalá", agrega el texto.
Arabia Saudita, país vecino y potencia regional, fue el primer país en reaccionar ante el anuncio del complot y el Palacio real expresó en twitter "su apoyo total" a Jordania.
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CRÉDITOS: Amán, Jordania | AFP
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Lunes 14 Junio, 2021
HORA: 12:00 AM