Jueves 28, Marzo 2024

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° San José, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Alajuela, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Cartago, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Heredia, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Limón, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Guanacaste, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Puntarenas, CR

Nacionales

“Ahora el negocio de la droga lo controlan los mexicanos”

Fernando Berrocal, exministro de Seguridad Pública:

(De izq. a der.) Iary Gómez, gerente general del Grupo Extra; Fernando Berrocal, exministro de Seguridad; y Sandra Cordero, directora de DIARIO EXTRA

La inseguridad y la violencia que enfrenta el país, así como la penetración del narcotráfico, son de gran preocupación para la ciudadanía. Incluso hay quienes consideran que debería declararse una emergencia nacional.

Así lo explica Fernando Berrocal, ministro de Seguridad Pública en el periodo 2006-2008, para quien es necesario hacer reformas urgentes a la Ley General de Policía, así como aprobar el proyecto Ley de Extinción de Dominio, específicamente para los bienes mal habidos que las bandas criminales obtienen por actividades ilícitas del narcotráfico.

Berrocal conversó con Iary Gómez, gerente general del Grupo Extra, y Sandra Cordero, directora de DIARIO EXTRA.

A continuación, un extracto de la entrevista.

 

¿Qué se debe hacer para frenar el avance de la delincuencia y el narcotráfico?

-Esto no se arregla con operaciones de show político o con que el presidente convoque a los presidentes de la Asamblea Legislativa y la Corte Suprema a una reunión con el ministro de Seguridad Pública, el jefe del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y la DIS. Se arregla poniendo a funcionar al Consejo de Seguridad Nacional, tal como se establece en la Ley General de Policía, para definir políticas públicas en materia de seguridad ciudadana, lucha contra el narcotráfico y delincuencia organizada. Dichas políticas tienen que ser integrales, coordinadas, efectivas y evaluadas cada dos semanas.

¿Con base en su experiencia cómo evalúa el desempeño de los cuerpos policiales?

-Hay una dispersión funcional y operativa. Desde 2014 como exministro de Seguridad dejé presentada en la Asamblea Legislativa un proyecto de Ley Orgánica del Sistema Nacional de Seguridad con el propósito de integrar funcional y operativamente la Fuerza Pública y otros cuerpos de policía como Tránsito, Control Fiscal, Penitenciaria, Guardaparques y las fuerzas especiales de intervención. Además de la Policía de Control de Drogas (PCD), que está en el Ministerio de Seguridad Pública y es la única represiva, conjuntamente con el OIJ. Ahora y con carácter de urgencia hay que integrar a las policías municipales.

¿Tiene alguna iniciativa en proceso para aportar soluciones a la situación actual?

-A la par de algunos de los costarricenses que más saben de seguridad, como el licenciado Álvaro Ramos, don Manuel Mora Salas, don Alberto Echeverría, el comisario Oldemar Madrigal y otros, estamos preparando una propuesta para enfrentar con políticas públicas integrales, coherentes y efectivas la crisis de inseguridad ciudadana y de violencia criminal que atraviesa el país. Esa propuesta la estamos trabajando por instrucciones del expresidente José María Figueres.

¿Cuáles instituciones deberían trabajar más de cerca?

-El ministro de Seguridad Pública debe tener una relación permanente, de cooperación interinstitucional y funcional con el jefe del Ministerio Público con el propósito de coordinar acciones propias de la policía preventiva y represiva. Debe haber reuniones de coordinación frecuentes con el fiscal general, con participación del director general de la Fuerza Pública, PCD, DIS y OIJ. Eso es fundamental bajo la supervisión superior para ejecutar y poner en práctica las políticas del Consejo de Seguridad Nacional, que debe funcionar al más alto nivel bajo la coordinación del presidente de la República o en su defecto del ministro de la Presidencia.

¿Considera que la lucha contra la delincuencia está perdida?

-Sin políticas públicas bien definidas, sin coordinación funcional y operativa establecida obligatoriamente por ley y sin inteligencia policial la lucha contra el narcotráfico y la delincuencia organizada está perdida. La DIS hay que pasarla de una vez por todas al Ministerio de Seguridad Pública, transformarla en Dipol y en un centro de investigación confiable, bien articulado, con servicios especiales de países aliados como Estados Unidos, Colombia y Panamá. Nuestra policía es civilista, no militar, pero no por eso debe dejar de imperar la disciplina, las jerarquías, los mandos bien estructurados y verticalizados.

¿El tráfico de drogas sigue siendo el mismo que años atrás?

-El fenómeno del narcotráfico es el de un delito de naturaleza transnacional. Es droga que se produce en Colombia y Ecuador que llega a Costa Rica por vía marítima, principalmente por el Pacífico, también por el Atlántico o por avionetas que aterrizan en los cientos de pistas privadas que hay en el país, especialmente en Puntarenas, Guanacaste y Zona Norte. Fuentes confiables indican que solo por Sierpe y Zona Sur ingresan unas 500 toneladas de cocaína al año. Otro tanto de esa droga llega al norte de Limón hacia los canales de Tortuguero y río San Juan, más allá las lanchas que no se logra interceptar en los límites con Panamá llegan hasta el Pacífico Central y Guanacaste.

¿En qué ha cambiado la actividad del narcotráfico en Costa Rica?

-Antes los colombianos pagaban con dinero en efectivo, ahora el negocio lo controlan los mexicanos, ellos pagan con droga. Se calcula que un poco más del 20% se queda en Costa Rica, eso quiere decir que cerca de 200 toneladas de cocaína o más se quedan en el país. Esto lo saben las autoridades actuales y pasadas; si no lo saben, es cuestión de que envíen al ministro de Seguridad Pública y al director de la DIS a enterarse en Washington o Bogotá, ahí se los van a explicar. Esto no puede seguir así.

¿Continúa siendo Costa Rica un país de paso para la droga?

-Costa Rica de nuevo en los últimos años se transformó en el país receptor más importante de Centroamérica y el centro neurálgico de operaciones de envío hacia México, Estados Unidos y Europa. Eso ha creado casos como el del cantón de Corredores o la última recuperación del OIJ en Escazú y otros lugares en el Valle Central y Limón.

¿Hasta dónde han llegado las organizaciones criminales en el país?

-No es aventurado afirmar que la penetración del narcotráfico ha permeado la política, las fuerzas de policía, el Poder Judicial, amplios sectores económicos y sociales. Ellos actúan como se demostró en el caso Turesky, como una corporación que tiene sus abogados, políticos que les hacen el lobby para conseguir permisos y autorizaciones en los ministerios, municipalidades, desarrolladores, relacionistas públicos y cientos de millones de colones y dólares para comprar conciencias y lograr sus objetivos delincuenciales.

¿Considera que se han tomado acciones para contener la violencia?

-Todos los días la prensa da cuenta de la violencia y de la muerte por sicariato y luchas entre bandas por controlar territorios o para acabar con la vida de alguien que les falló o un soplón. Por eso la violencia está disparada en el país, pero la contraparte, que es el Estado, sigue jugando casita y sin organizarse ni hacer lo que debe hacer. De esta situación estamos hartos los costarricenses de bien. Es hora de actuar con mano dura, con inteligencia preventiva y social.

¿Cuáles otros sectores apoyarían en la lucha contra el crimen organizado?

-No todo el problema es de policía y esto es fundamental entenderlo. Una política pública integral de seguridad implica educación preventiva en escuelas y colegios, trabajo comunal con las organizaciones de ciudadanos y los grupos de seguridad en los barrios, pueblos, apoyo de las iglesias evangélicas y de la Iglesia católica y organizaciones no gubernamentales.

Muchos jóvenes se ven envueltos en el crimen organizado. ¿Cómo se puede prevenir?

-Las adicciones deben ser consideradas una enfermedad por el Ministerio de Salud y ser tratadas en la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), como lo exige la Organización Mundial de la Salud. Lo que más duele y conmueve es que en la base del fenómeno del sicariato y la criminalidad hay decenas de muchachos que no tienen para comer ni cómo llevar el sustento a sus familias. El mal que le hacemos a la juventud es una barbaridad injustificable y solo se combate con educación preventiva de valores, mucho deporte, alternativas sanas de diversión, apoyo en las familias e iglesias. Es un enfoque integral y nacional o nos va a pasar lo de Colombia y México.

Sobre la legislación, ¿qué se puede hacer para mejorar la situación actual?

-En la legislación penal hay mucho que reformar. Para comenzar, en materia de narcotráfico la prisión preventiva debe ser obligatoria como medida cautelar. Los jueces de la Zona Sur y otras zonas críticas del país deben estar en constante rotación. La evidencia demuestra que algunos no aguantan un cañonazo de $5 mil y les ponen hasta a los extranjeros medidas de firmar cada 15 días, lo que equivale a decir “buen viaje y sigan delinquiendo”. Eso es frustrante y una vergüenza nacional.

¿Cuál es la ley más urgente que se debería aprobar?

-Hay que aprobar la Ley de Extinción de Dominio y ponerle el cascabel al gato para incautar y transferir al Estado los bienes mal habidos. Los últimos casos, el del cantón de Corredores y el de la banda Turesky, son la prueba evidente y espectacular de esta necesidad imperiosa. Ahí hay cientos de millones de colones y dólares, pero no para resolver problemas fiscales acumulados, sino para reforzar los programas de educación preventiva y lucha contra la pobreza y marginalidad, además de fortalecer con equipos los cuerpos de policía.

¿Por qué cree que se debería declarar estado de emergencia?

-Solo así podremos ganarles esa batalla a los narcotraficantes, ejecutando una gran campaña nacional, y como si estuviéramos en un estado de emergencia, comprometiendo a muchos sectores ciudadanos con el Estado, Fuerza Pública y OIJ, capaces de imponer mano dura e inflexible. Desde todos los cuerpos de policía bien coordinados, mano amplia e inteligente como complemento de una política pública integral de seguridad ciudadana, definida al más alto nivel en un Consejo de Seguridad Nacional y evaluada periódicamente para ver fortalezas, debilidades e ir ganándole la batalla día a día, semana a semana, al narcotráfico. No hay otra forma de hacerlo, lo demás es jugar casita frente al inmenso poder del dinero, la capacidad de organización y corrupción que generan las mafias del narcotráfico.

 

 

“Fuentes confiables indican que solo por Sierpe y Zona Sur ingresan unas 500 toneladas de cocaína al año”

 

“Costa Rica en los últimos años se transformó en el país receptor más importante de Centroamérica y el centro neurálgico de operaciones de envío hacia México, Estados Unidos y Europa”

 

“El mal que le hacemos a la juventud es una barbaridad injustificable y solo se combate con educación preventiva de valores, deporte, alternativas sanas de diversión, apoyo en las familias e iglesias”

PERIODISTA: Mónica Matarrita Mora

CRÉDITOS: Foto: Johanfred Bonilla

EMAIL: [email protected]

Viernes 04 Junio, 2021

HORA: 12:00 AM

Enviar noticia por correo electrónico

SIGUIENTE NOTICIA