El engaño con la vacuna

Licdo. Guillermo Solórzano Picado

Un pensador que no recuerdo expresaba este pensamiento: “Si salvas a una persona, se te imputará que has salvado una persona; pero si le quitas la vida a una persona, se te imputará que has matado la humanidad”.

Este asistente de enfermería, con su acto criminal, ha matado la humanidad, la fe de las personas.

Desde su acción, un grupo considerable de personas viven una nueva angustia. Ya no es solo por el miedo de contraer el mortal virus; ahora es la angustia de haber sido falsamente vacunado y el miedo de vacunarse de nuevo por la incertidumbre de si fue realmente vacunado o no. Es un acto criminal.

Ese adulto mayor, considerado como anciano pero muy saludable, de buena fe recibió la vacuna contra Covid-19, y muy contento se fue para su casa, sin pensar en el engaño, el acto alevoso y vil del enfermero, que lo exponía a morir ahogado por esta terrible enfermedad y enfermar a sus hijos, sus nietos. ¡Terrible!

El daño que ha hecho a los costarricenses es incalculable. Ahora todos andamos desconfiados. A mí, que ya me vacunaron, no sé si me pusieron un poco de jugo de zanahoria o la vacuna.

Por qué tiene uno que asegurarse de lo que le están poniendo cuando en esto hay un asunto de buena fe. No hay otra.

Me pregunto por qué, al descubrirse de inmediato el fraude, el supuesto intento de dañar la salud del anciano, que él mismo denunció de inmediato, por qué los superiores encargados de esa Clínica no decomisaron en ese mismo acto la jeringa utilizada, para evitar más zozobra al anciano, que posteriormente le ofrecieron vacunarlo de verdad y ahora estaba indeciso al no tener la certeza de si estaba recibiendo una doble vacuna, exponiéndose a una situación muy peligrosa.

También este individuo le ha hecho un daño incalculable a la Institución. No reconoce el tremendo esfuerzo, sacrificio y riesgos de los médicos, enfermeras y todo el personal administrativo, para salvar la vida a usted, o mía en una UCI. A este individuo, sin alma, no le importa la vida de los demás.

Y sorpresa: el juez, como de costumbre, lo suelta sin ninguna medida cautelar, a disfrutar de unas merecidas vacaciones, con salario incluido, salario que usted y yo pagamos. Aún más, el susodicho juez no autoriza el allanamiento a su hogar porque lesiona sus derechos.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

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Lunes 10 Mayo, 2021

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Licdo. Guillermo Solórzano Picado