Diario Extra - Cable robado al ICE termina en países asiáticos

El Organismo de Investigacion Judicial (OIJ) registró en los primeros meses del año una pérdida cercana a los ¢1.500 millones en contra del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) por el robo de cable telefónico, situación que se presenta a lo largo de todo el territorio nacional.
Se trata de una problemática que encendió las alertas de los judiciales, quienes solicitan la colaboración de la ciudadanía para denunciar los hechos ilícitos que afectan también a la población, pues generan constantes cortes de los servicios que se le brindan.
El OIJ mantiene las investigaciones ante la presunta venta del cable robado fuera de las fronteras costarricenses, hay que recordar que es un insumo de gran valor en mercados internacionales, pues posee cobre.
En lo que va del presente año, en la provincia de San José se han presentado 52 casos de robo, le sigue Guanacaste con 40 casos y por último se encuentra la Zona Norte que registra 32.

MODOS DE OPERAR

A través de varias investigaciones, las autoridades judiciales han constatado dos mecanismos de operación de las bandas que se dedican a este tipo de robos. El método más simple es el que realizan los habitantes de la calle, mientras que el más organizado corre por cuenta de grupos criminales que hacen del cable su botín.
En primera instancia, agentes del OIJ achacan el robo de cable a personas que viven en condición de indigencia en las calles capitalinas, situación que se liga a algunas adicciones para las que necesitan robar el cable y venderlo obteniendo así el dinero necesario para la droga.
Datos de los judiciales indican que estas personas pueden robar entre cinco y seis metros cada vez que tienen acceso a los sistemas de cableado subterráneo en el centro de San José.
Información que trascendió a DIARIO EXTRA revela que estas personas alzan las tapas que se encuentran en aceras y calles capitalinas, se introducen en estas y, una vez dentro, cortan con ceguetas o machetes el cable que logran encontrar.
El otro modus operandi, señalan los agentes del OIJ, es el de las bandas que catalogan como organizadas. Estos grupos sustraen grandes cantidades de cable, cuyo cobre permite obtener cuantiosas ganancias cuando se concreta la venta.

FALSOS FUNCIONARIOS

Según Dowglas Rodríguez Badilla, subjefe de la Sección de Hurtos del OIJ de San José, los grupos organizados están al cuidado de todo tipo de detalles para no ser descubiertos por la ciudadanía.
Por ejemplo, los sospechosos se hacen pasar por funcionarios del ICE que efectúan una supuesta reparación, además utilizan camiones, rotulación, conos, cascos y demás; elementos que hacen creer a la población que se trata de auténticos empleados de la institución.
Rodríguez mencionó que en ocasiones dichos sujetos presentan documentación falsa ante casos en que los vecinos se acercan a ellos para conocer sobre los trabajos cerca de sus viviendas.

COMERCIOS AFECTADOS

El OIJ menciona que el aumento de la problemática en varias zonas del país también afecta a negocios como restaurantes, hoteles, supermercados, tiendas y demás.
En muchos de los casos los establecimientos reportan no poder usar los datáfonos ante la falta de internet que sufren tras los constantes robos generados.
Sin embargo, no solo los comercios son los perjudicados, ya que hospitales, casas de habitación y otros quedan por horas sin los servicios de comunicación.

MERCADO COTIZADO

Los judiciales investigan los aparentes vínculos de costarricenses con la venta de dicho material propiedad del ICE en países asiáticos, pues en esas latitudes el cobre llega a tener gran valor.
En apariencia, los grupos organizados roban en cada intervención entre 200 y 400 metros de cable, el cual se colocan en centros de acopio del país, estos aparentemente lo colocan en países asiáticos donde hay gran demanda del mismo.
El buen precio que pagan en esas naciones ocasiona que la actividad ilícita se vuelva llamativa para aquellos que se arriesgan a sustraer el material en suelo costarricense.
Ante esta situación, las autoridades mantienen las investigaciones abiertas para poder detectar los mercados en los que se colocan los activos del ICE.
Según Rodríguez, se tienen detectadas varias bandas que operan bajo esta modalidad, sin embargo, el subjefe no se refirió a cómo sacan del país dicho el cable, ya que el caso está bajo investigación.

SE PUEDEN DETECTAR

Debido a que las bandas se visten como si fueran funcionarios del ICE, se pide a la población a denunciar los hechos que les parezcan irregulares.
Según los judiciales, los funcionarios públicos hacen dichas tareas en horario hábil, es decir a la luz del día, por el contrario los grupos organizados operan en la noche para verse encubiertos.
Además, entre los mecanismos que también utilizan los sospechosos se destacan realizar los supuestos trabajos en zonas poco pobladas con el fin de no ser detectados.
El OIJ pide a la ciudadanía que si detectan situaciones extrañas o anormales en sus comunidades, logren dar aviso a la Fuerza Pública o bien a la línea confidencial 800-8000645.

AUMENTO DE CASOS

La situación que vive el país con el robo de cable enciende las alarmas de las autoridades, quienes reportan un ascenso de los casos en los últimos años.
“Este año si no nos socamos la faja los números serán más altos que los del año pasado” mencionó Rodríguez.
Así las cosas, los judiciales mantienen reuniones con las autoridades del ICE para lograr disminuir la incidencia. Entre los puntos donde se han reportado más casos destacan zonas del Valle Central, la Zona Norte y localidades en la provincia de Guanacaste.