Buenos Aires. (AFP)- La suspensión de las clases en Buenos Aires por dos semanas ordenada por el presidente Alberto Fernández para contener la ola de contagios de Covid-19 y rechazada por la alcaldía capitalina quedó envuelta en una pugna judicial que deja en la incertidumbre a la comunidad educativa.
La Corte Suprema de Justicia se declaró competente para opinar sobre el pedido de declarar inconstitucional el decreto presidencial, que presentó mediante un recurso de amparo el alcalde opositor Horacio Rodríguez Larreta.
El gobierno argentino tiene cinco días para justificar su posición frente al Alto Tribunal, sin plazo legal para expedirse.
Padres, alumnos y docentes de Buenos Aires quedaron en la incertidumbre debido a las órdenes cruzadas entre el decreto presidencial, con fuerza de ley, y el rechazo de la alcaldía, en manos de la oposición de derecha.
El presidente peronista de centroizquierda había decretado la restricción de la circulación y de la actividad comercial además de la suspensión de las clases presenciales, a partir del lunes y hasta el 30 de abril en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA), donde vive un tercio de los 45 millones de argentinos y donde más crecieron los contagios.
"Son decisiones de política sanitaria, avaladas por datos que la autoridad sanitaria me hace llegar y escuchando a los expertos, no a los políticos. Por más antipáticas que sean estas medidas, sé que cuidan y preservan la vida de argentinos y argentinas", declaró Fernández, al presentar obras públicas para reforzar el sistema de salud.
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Miércoles 21 Abril, 2021
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