Diario Extra - Familia pierde dos miembros en 15 días

El cuerpo de Santiago Solís Camacho fue encontrado en una quebrada, en las cercanías de la entrada a Calle Hernández en San Rafael de Heredia. Esta persona permaneció desaparecida desde el lunes y sus restos los hallaron el día siguiente a las 6 de la tarde.
Este vecino de Getsemaní, que tenía 48 años de edad, vivía con otro hermano que se encuentra delicado de salud. El lunes a las 7 a.m. María Eugenia Solís Camacho, su hermana, llegó a dejarles el desayuno, pero no vio a Santiago, pues ya no estaba en ese momento.

BÚSQUEDA

DIARIO EXTRA llegó hasta Getsemaní este miércoles para conversar con María Eugenia y José Antonio Solís Camacho, hermanos del ahora fallecido, quienes se encontraban velándolo en su casa de habitación con el resto de la familia y vecinos.
María Eugenia explicó que Santiago estaba enfermo y casi no podía caminar, porque tomaba y esto le provocó limitaciones de movimiento.
“Yo les fui de dejar el pancito de la mañana y le dije a Felo: ¿Y Santiago? Él me contestó: ¡Diay! salió, seguro se fue para donde Toño hacer algo o trabajarle”, contó la hermana.
Según relata ella, debido a que ya oscurecía y Santiago no regresaba, su esposo e hijo fueron a buscarlo pues ya estaban preocupados, sin embargo el esfuerzo de esa noche fue en vano porque no lo encontraron.
“En la noche lo que hice fue pedirle a Dios que lo guardara y lo cuidara, porque él no se merecía estar por ahí”, expresó la dolida hermana con voz entrecortada.
Al día siguiente desde temprano reiniciaron la búsqueda dentro de cafetales, pero tampoco lograron dar con él.
“Pasábamos por un lado y yo le pedía a Dios, señor ilumíname para saber dónde está mi hermano, pero no lo encontré, ya era la voluntad de Él llevárselo”, dijo llorando.
José Antonio contó que habló con un muchacho de nombre Mario y le preguntó qué había pasado con su hermano, porque siempre los veía juntos e imaginó que ese día se encontraron.
“Me dijo que había quedado por la iglesia de Los Ángeles y no sabía más”, recordó.
En apariencia, Mario le reveló que tenía una noción de donde podía estar Santiago e iba dirigirse a buscarlo. “Se fue a buscarlo, lo que no sé es si él avisó a la familia”, declaró José Antonio.
“Supuestamente estaba como en una alcantarilla. Yo no fui porque me sentí muy nervioso, no me sentía competente para estar ahí, los que llegaron fueron mis otros hermanos”, reveló don José Antonio.

VIDA PERSONAL

“Él tomaba, pero era un muchacho muy bueno, trabajaba, le gustaba picar leña, iba donde mi hermano a sembrar”, contó María Eugenia. “En tiempos de coger café, iba”, agregó.
De acuerdo con su hermana, Santiago era muy humilde, callado y educado, a pesar que de vez en cuando le gustaba ingerir licor.
“Era un muchacho alegre, tenía sus cosillas que le gustaba el “guarito”, pero era muy querido por el pueblo”, subrayó su hermano.
Cuando había oportunidad José Antonio y Santiago se dirigían a la huerta de Carlos Luis Víquez, vecino, para orar.
“El domingo estuvo conmigo en el monte orando”, destacó el hermano. “Me lo llevaba para la huerta a darle terapia, él me ayudaba y yo le regalaba algo”, explicó.
Para la familia el momento por el que atraviesan es muy duro. Doña María tomó aire y expresó que hace exactamente 15 días su madre también había muerto. “Dios se la llevó a vivir con Él”, exclamó.
No obstante, se refugian en los buenos recuerdos que quedarán en sus corazones.

CEREMONIA

La familia de Santiago le permitió a El Periódico del Pueblo ingresar a la vivienda, tomar fotografías de la vela y proporcionaron vía WhatsApp otras imágenes de la ceremonia.
El cuerpo les fue entregado a las 12:30 p.m. del miércoles y a las 4 p.m. lo llevaron al cementerio que se encuentra a 4 kilómetros de la casa.
Los agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) indicaron que el fallecimiento de Santiago se maneja como una aparente muerte accidental.