Diario Extra - La protección a la familia con un miembro adicto

Dra. Ana Yendry Morales B.

La ley seca se levanta en Estados Unidos el 5 de abril de 1933, y el señor Harry Anslinger, máximo exponente de la Oficina General de Estupefacientes, decide emprender una campaña contra la marihuana, de modo tal que empieza con la persecución de quienes la consumían, específicamente mexicanos y afrodescendientes. En 1948 entra con un cargo importante a la ONU en la Oficina de Estupefacientes y, en conjunto con don Pablo Osvaldo Wolf, de nacionalidad argentina, inventa la “Teoría del Escalón”, es decir que, si una persona fuma marihuana está a la puerta a otras drogas, como cocaína, anfetaminas, opio, hasta llegar a la morfina.
Hasta hoy se sigue conservando en algunos lugares esta teoría, que refiere a la prohibición, persecución y generación de pánico.
En este siglo, en nuestro continente, la República Oriental del Uruguay toma un modelo de origen europeo y lo realiza, se trata de la “Regulación del consumo”, no la prohibición.
La regulación implica un ser humano que padece una enfermedad y que el Estado decide ayudarle a que en este padecer logre su estabilización biológica, psicológica y social vincular.
Ahora bien, quienes viven con un integrante de la familia que es adicto o adicta, saben que esto son “meras palabras”, el encontrarse con un hijo o hija que se sabe sale y vuelve luego de una jornada de fiestas de esta índole, donde todos los días de lunes a lunes de enero a diciembre, no hay forma de detener esta acción por parte de la persona que consume.
Es como casi imposible el límite, hay familias que se empobrecen en este sentido, este empobrecimiento es de afectos frustrados por promesas no cumplidas.
Entonces para esas “meras palabras”, en relación con la “Regulación del consumo”, se debe abordar con especialistas que sean estudiados en esta Regulación, con Familias que decidan acompañar al paciente, realizando ellos mismos terapias familiares, concurriendo y llevando a cabo un proceso junto al paciente sufriente que debe llevar también un tratamiento individual.
Hay veces, según la situación, en que se debe también añadir al equipo de trabajo a un o una psiquiatra para balancear a nivel fisiológico la recuperación de la persona en cuestión.
Debemos saber que la situación es delicada en el sentido que, al no estar legalizada la droga, el pariente se expone a lugares que no son propicios en cuanto a buenos hábitos, que al estar en la ingesta de cualquier droga se exponen, a modo de ejemplo, a hacer pasar vergüenza en un restaurant, si son madres o padres el maltrato o descuido de a quien tienen a su cuidado.
Muchas personas tratan de romantizar estos estados alegando que solo produce risa o un estado más atento, de alerta, ojalá se pudieran filmar para verse a sí mismos y sepan que no están tan bien como se consideran. Eso es un hecho irrefutable.
Por dónde empezar, una buena forma es que los familiares pidan ayuda profesional, esta ayuda profesional es para ellos para comiencen a tener herramientas, que logren desarrollar destrezas y en conjunto realizar un plan de acción para ver cómo se va atender el miembro que es adicto o adicta.
Por tanto, no dude en solicitar la primera cita para que podamos evaluarle al teléfono: 8872-0670, con la Dra. Morales. Facebook: Psicología Clínica y Salud.