Diario Extra - Vecinos narran agresiones de femicida a profesora

El juicio por el femicidio de la profesora de Español, Karla Quirós Araya, ocurrido en La Guácima el 1º de enero del 2020, continuó con la recepción de prueba testimonial.
Varias personas dieron su declaración sobre la relación entre la docente y el imputado de apellidos Castro González, quien fue alumno de la mujer años atrás.
La primera fue una vecina de Karla, quien dio su declaración en el juicio que se sigue por el femicidio de la joven docente.
La mujer, identificada como Dayán, señaló que no era amiga de la pareja y reveló detalles como que solo tenían un vehículo y describió el automotor por solicitud de la Fiscalía.
Además, la vecina narró al Tribunal que escuchó discusiones entre la pareja y señaló que había días donde también se oían portazos.
“Una vez llegaron (Fuerza Pública) con la perrera y se llevaron al señor, pero no supe por qué ni a qué, ni más nada”, dijo al Tribunal sobre la visita de la policía a la vivienda.
Otra vecina, llamada Miriam, quien tenía un mes de vivir al lado de la pareja, comentó que habló en un par de ocasiones con Karla, así supo su nombre y el del encartado.
Ella recordó que la última vez que vio a la profe y su pareja fue el 31 de diciembre de 2019 en un lapso de 5:00 p.m. a 5:30 p.m., posteriormente no los vio más, pese a que vivían a la par.
Miriam reseñó que, tras darse el hallazgo del cuerpo de la mujer en la vivienda, la policía le hizo varias consultas sobre lo que escuchó en el apartamento de la pareja.

AGRESIONES

Otro de los testigos fue Carlos Quirós, papá de la víctima, quien narró que en el año 2017, a finales, Karla lo llamó a altas horas de la noche y le dijo que el imputado la golpeó por lo que le pidió ayuda.
“Yo fui y estaba golpeada, él se había introducido por un corredor que hay atrás, en ese momento solo Dios la salvó de la muerte, porque tenía varios moretes, yo me la traje a la Cruz Roja y luego a la Delegación, y nos dijeron que fuéramos a poner la denuncia y la llevé a Medicatura Forense y se hicieron las denuncias correspondientes e impusieron medidas cautelares”, recordó.
A inicios del 2018, el encartado regresó a la casa con Karla, por lo que retomaron la relación.
Quirós recordó que para noviembre del 2019 Karla le mencionó que quería conseguir una casa más grande, pues anhelaba que su hija menor viviera con ella. Incluso le ofreció ayuda económica a la profesora, pues él era el soporte financiero de ella debido a que el imputado no aportaba a la familia.
Don Carlos narró que desde que Karla empezó su relación con Castro González sus hijas se alejaron de ella.
El papá dijo al Tribunal que hasta que se dio el femicidio de su hija, los vecinos y amigos de la pareja les contaron sobre las agresiones y maltratos que Castro le propinaron a Karla.
“Yo creo que ella trató de salir de eso, pero ese tipo de relaciones son como una telaraña, trata de salir por un lado y la enreda en el otro, entonces no pudo salir”, mencionó.

ACUSACIÓN

La licenciada Edith Morera, representante del Ministerio Público, leyó la acusación por los hechos que ocurrieron el 1º de enero del 2020 en La Guácima de Alajuela, en la casa donde Castro González vivía con su pareja Karla Alexandra Quirós Araya.
“La ofendida Karla Alexandra Quirós Araya y el acusado Castro González mantuvieron una relación de unión de hecho por aproximadamente cuatro años, periodo comprendido entre febrero del año 2016 y enero del año 2020, producto de esa relación no procrearon hijos en común”, indicó.
Y añadió que “para la fecha que se indicará la agraviada Quirós Araya y el acusado Castro González mantenían como domicilio común una vivienda alquilada cita en La Guácima de Alajuela, Calle Barquero”.
Según la acusación del ente fiscal, la relación de la víctima Quirós Araya con Castro González “estuvo caracterizada por episodios de violencia del imputado hacia la agraviada”.
Morera indicó que esta situación de violencia llevó a la profesora a pedir, en al menos una ocasión, medidas de protección ante el Juzgado de Violencia Doméstica de Alajuela, “al haber sido golpeada, ofendida y amenazada de muerte por el acusado Castro González quien, además, había intentado asfixiarla”.
La licenciada continuó su narración alegando que presumen que, el 1º de enero en horas de la mañana, el imputado intentó sustraer algunos bienes de la ofendida, por lo que ella decidió llamar a las autoridades. Al parecer, Castro golpeó a la víctima y la tomó por el cuello, ejerciendo presión hasta asfixiarla.
El imputado golpeó a la docente en el rostro, la espalda, la cabeza y el brazo izquierdo, agresión que generó múltiples traumas, pero no satisfecho con ello, la asfixió hasta la muerte.
En apariencia, el sujeto huyó del lugar en el carro de la víctima y se habría llevado una computadora y las tarjeras bancarias de ella.
Las autoridades sospechan que Castro utilizó las tarjetas en supermercados, moteles y gasolineras ubicadas en Alajuela, Belén y Puntarenas, ocasionando un perjuicio económico de ¢245 mil.
“El imputado Castro ocultó dolosamente al dependiente que él no era el titular legítimo del documento que entregó, el dependiente inducido a error cargó a la tarjeta de crédito de la ofendida Quirós del banco BAC Credomatic, la suma de ¢5 mil”, dijo.
De acuerdo con la Fiscalía, el 1º de enero del 2020 a las 9:11 a.m. el acusado llegó al minisúper Los Mangos, en Guácima abajo, donde adquirió varios productos y entregó al dependiente como medio de pago la tarjeta de crédito de Karla Quirós.
La representante de la Fiscalía dijo que el 2 de enero, el imputado se presentó al Organismo de Investigación Judicial para interponer una denuncia, indicando que él y su pareja fueron abordados por personas armadas, cuando estaban ingresando a su casa. Incluso indicó que a él lo mantuvieron retenido por algunas horas y que desconocía cuál era la condición de la víctima.