Diario Extra - Joven, váyase de su casa: ¡libérese!

Mauricio, tengo un hijo de quince años al que no le gusta que le llame la atención, se pone bravo y me reclama que es libre y que no quiere que nadie le diga nada, que él tiene derechos y todo eso que los muchachos dicen. ¿Qué puedo decirle?

A todo aquel hijo o hija adolescente a quien le moleste mucho que le llamen la atención cuando tiene un comportamiento inapropiado, que no le gusta que le pongan a hacer oficio en casa, que no le agrada tener que cumplir con sus obligaciones y mucho menos que se las pongan o que le coloquen límites con los juegos electrónicos y con amigos, en fin, que no le gusta que nadie le diga nada ni obedecer a nadie y solo desea hacer su voluntad, ¡le tengo buenas noticias!
Usted no tiene que soportar más estas injusticias y que se metan en su vida privada, porque lo entiendo cuando dice que es su vida y que quiere que lo dejen en paz. Pero primero debo aclararle que la ÚNICA manera de que nadie le diga nada y pueda hacer lo que a usted le dé la gana es irse a vivir solo, mantenerse solo, pagarse todo usted mismo y no permitir que nadie le pague o se encargue de sus cuentas, pagar donde vive, pagar por su teléfono, por su internet y por su cable, comprarse su ropa y lo que se come cada día, así ya no va a tener que hacer caras por esa comida que hay en casa y que no le gusta, o sufrir comiendo lo mismo que comió ayer.
Así que al fin puede liberarse de sus padres, suelte las cadenas de opresión al ser mantenido por ellos, busque un trabajo, pague su apartamento, coma todos los días la comida fina que le encanta, ya no tiene que lavar platos ni ropa si no quiere, ni tiene por qué llegar temprano nunca más, no tiene que dejar las malas juntas, ni sus vicios, es más, si desea puede hasta dejar de estudiar.
La mayoría de los jóvenes, cuando quiere lograr que nadie se meta con ellos y se les da esta opción o solución tan práctica e inteligente para que lo logren, se echan para atrás, se vuelven a poner los pañales. Lo hacen porque se dan cuenta de que no pueden seguir con el mismo estilo de vida que tienen en su casa donde los mantienen con un costo de cero céntimos y también porque no quieren trabajar y si lo hacen el sueldo no les alcanzaría ni para pagar una vida individual con todos los gastos que esta tiene.
Pero yo confío en que usted no se va a echar para atrás, porque si usted ha decidido tener la fuerza y el carácter para exigir y reclamar también va a tener el carácter para ir a trabajar de lo que sea para independizarse y lograr la meta de no tener que darle cuentas a nadie.
Le motivo, vamos, sea feliz, tome la decisión, usted puede, usted es valiente, que nada le detenga, vamos, independícese hoy mismo y cumpla su sueño.

*Consejero Familiar
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