Diario Extra - Gobierno se desdice: se atrasan 300 mil vacunas

Si bien el gobierno prefirió no calificar de unilateral la decisión de Pfizer de suspender los envíos de vacunas contra el Covid-19 al país, resulta extraño que la comunicación de las autoridades cambiara en menos de dos días.
Mientras que el martes anterior Sigifredo Pérez, director de Gestión de Riesgo de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), aseguró en conferencia de prensa que el envío de dosis no presentaba atrasos de ningún tipo, este jueves tanto la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) como el Ministerio de Salud pintaron un panorama muy distinto.
Román Macaya, presidente ejecutivo de la CCSS, y Daniel Salas, ministro de Salud, confirmaron que las vacunas contra el Covid-19 que debían llegar entre esta semana y el 15 de febrero se atrasarán.
Aproximadamente, según Macaya, por semana debían llegar 60.000 dosis; es decir, quedarán en espera unas 300.000.
La razón de los retrasos es que Pfizer lleva a cabo cambios en su proceso de producción, lo que provoca en otros países atrasos en los envíos.
De acuerdo con Macaya, se espera que a inicios de marzo lleguen las vacunas, que quedarán en el limbo debido a esta situación.
“Lo que se estima es que los envíos de Pfizer comiencen otra vez a mediados de febrero, por ahí del 15 de febrero, y como sabemos vienen por avión, así que eso ingresará el 16 de febrero, y continuarían normales los arribos.
A lo que se comprometió la empresa es que lo que no se envía en estas próximas semanas se compensa entre mediados de febrero y finales de marzo, para que el total comprometido en el primer trimestre siempre se cumpla”, agregó Macaya.

SIN PLAN B

Por su parte, el ministro Salas dijo que la administración no tiene un plan B ante el retraso en el envío de las vacunas de Pfizer, debido a que se desconoce cuándo llegarán al país las de AstraZeneca y Covad. Eso sí, según el jerarca, puede que lleguen primero las de AstraZeneca.
“Lo que Pfizer nos comunica es que a partir del 15 de febrero se empiezan a enviar las vacunas tras el ajuste de la logística.
Mientras no tengamos más proveedores no existe un plan B, dependemos en este momento de dos proveedores directos, que son la OMS y la OPS, y de otro, que son las casas farmacéuticas, para poder aplicar esas vacunas.
El plan A es ir vacunando hasta ir alcanzando la inmunidad colectiva, pero mientras tanto tenemos que seguir cuidándonos de no exponernos innecesariamente al virus”, manifestó.