Diario Extra - Exfutbolista a prisión por asfixiar pareja con cable

El Tribunal Penal de Pérez Zeledón condenó al exfutbolista Ezequiel Abarca Duarte a 26 años de prisión por un delito de femicidio y otros en contra de su expareja, una joven identificada como Angélica Esperanza Fallas Romero.
Los hechos por los cuales se le encontró culpable ocurrieron en octubre del 2018 en Villa Nueva de Pérez Zeledón, cuando al parecer el imputado llegó hasta la casa de la víctima, lugar donde tiempo antes habían convivido.
La pareja estuvo junta diez meses, plazo que se extendió hasta junio del 2018, cuando Fallas Romero presentó una denuncia y solicitó medidas por un caso de violencia doméstica.
Se presume que ese día Abarca asfixió a la agraviada con un cable de electricidad, luego huyó del sitio con el celular y una consola de videojuegos, ambos propiedad de la ofendida.

EL CASO

Hasta la casa de Fallas Romero llegó su expareja en la última semana de octubre del 2018, ubicada en Villa Nueva de Pérez Zeledón.
En apariencia, el sujeto buscaba dinero y en medio del asalto a la vivienda tomó un cable de electricidad y asfixió a la joven de 29 años, quien tenía un hijo.
Tras asesinarla, el exfutbolista tomó una sábana y cubrió el cuerpo de la muchacha.
Según trascendió, la última vez que vieron a Fallas Romero fue el miércoles 24 de octubre, posteriormente nadie la observó y ella no respondía las llamadas que le hacían a su celular.
Ante esto, sus familiares acudieron a su casa para buscarla, hallando el cuerpo en estado de descomposición el viernes 26 de octubre.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) expresó que la víctima tenía al menos tres días de fallecida y gozaba de medidas de protección para que su excompañero sentimental no se le acercara, debido a las constantes agresiones y amenazas que recibía.
El momento en que se produjo la brutal agresión, el hijo de la mujer, quien en ese instante tenía 10 años, estaba con sus abuelos.
El día del hallazgo del cadáver, agentes del OIJ realizaron el levantamiento, también recolectaron pesquisas importantes como el cable que tenía en el cuello, la sábana que la cubría y sangre que había en el piso.
Fallas Romero se dedicaba a alquilar inflables para fiestas infantiles y vendía ceviche en el centro del cantón.

DROGADICTO

En apariencia, Abarca Duarte tenía un problema de adicción a las drogas, incluso algunas personas mencionaron que Fallas lo acompañó en varias ocasiones al Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia.
La joven asistía a la Iglesia Evangélica Centro Victoria, vivía con su hijo y su pareja sentimental, quien fue jugador de la U-17 y el alto rendimiento del Municipal de Pérez Zeledón.
Cuando el hombre cayó en drogas, la muchacha lo recogió de las calles, incluso la última vez que lo hizo fue poco más de un año antes del trágico episodio de violencia.
Fallas ayudó al exfutbolista a rehabilitarse y hasta lo llevó a vivir con ella.
Trascendió que algunos empresarios de la Zona Sur lo apadrinaron para que siguiera en el fútbol, pues aparentemente era habilidoso con el balón.
Incluso antes de la recaída el sujeto estuvo jugando con la segunda división de AS Puma.

CAMINABA TRANQUILO

El día de su detención Ezequiel Abarca Duarte caminaba tranquilamente por las calles josefinas.
De acuerdo con el reporte policial, al hombre lo hallaron recostado sobre un árbol en Plaza de las Garantías Sociales, al costado sur del edificio central de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Tras la identificación del sujeto lo remitieron a la delegación de Catedral, posteriormente el OIJ coordinó el traslado hasta Valle de El General.