Soy una mujer casada de 46 años. Mi pareja y yo usamos la misma computadora. Un día dejó una ventana abierta, y me di cuenta que a diario habla con varias modelos checas, son conversaciones vulgares y se mandan fotos íntimas. Nosotros casi ni tenemos relaciones. Él dice que eso no es infidelidad, porque ellas están muy lejos y no sé qué decirle, pero a mí me duele mucho.
Los páginas sexuales abundan en internet al punto que son los sitios más visitados en la web en todo el mundo. Como se comprenderá, la oferta y la variedad son enormes porque detrás de cada página se mueve un negocio económicamente muy rentable.
Desde hace unos años, los sitios dejaron de limitarse a fotografías, y dieron un paso al frente, al subir videos, y ahora con los avances tecnológicos, se ofrecen chats en vivo, con modelos que están en cualquier parte del planeta.
Es fácil de entender que el acto de conectarse a estos chats representa toda una afrenta a la relación, y al margen de que sea o no sea una infidelidad, es un asunto que deben conversar a fondo porque puede poner en peligro la estabilidad y la permanencia del vínculo.
Por otra parte, muchos hombres y mujeres recurren a sitios web de sexo cuando, por diversas razones, se han alejado sexualmente de la pareja, y tratan de saciar el apetito sexual acumulado.
En estas parejas, el agravio se vuelve mayor, no solo porque se puede interpretar como una infidelidad sino también como un desprecio, sobre todo cuando la pareja no tiene relaciones, porque se piensa, “prefiere estar con otras que conmigo”, situación que agrava aún más la dinámica de fondo. El consejo sabio es que se maneje la situación con la asesoría de un profesional en conducta humana.
PERIODISTA:
CRÉDITOS: Dr. Mauro Fernández
EMAIL:
Miércoles 16 Diciembre, 2020
HORA: 12:00 AM
SIGUIENTE NOTICIA