Costa Rica en el 2030

Ángel Jonathan Torres Pérez

Estamos a pocos meses de celebrar el bicentenario de fundación de la República de Costa Rica, gracias a la visión histórica de Juan Rafael Mora Porras, llamado Don Juanito (San José, 8 de febrero de 1814 - Puntarenas, 30 de septiembre de 1860). Fue el segundo presidente de la República durante tres periodos consecutivos. Se le reconoce especialmente el mérito de haber conducido al país a la victoria sobre los filibusteros encabezados por William Walker, en la Campaña Nacional de 1856-1857.
El Dr. José María Castro Madriz, el Fundador de la República, fue el 1° y 5° presidente de la República, gobernando en dos oportunidades (1847-1849 y 1866-1868). Estos dos próceres latinoamericanos de manera consciente y constante construyeron las bases del estado democrático en que nos encontramos hoy día, fueron más estadistas que simples políticos, pensaron primero en las futuras generaciones más que las próximas elecciones.
Tristemente en la actualidad Costa Rica, ve mancillada esa celebración con estos dos gobiernos del Partido Acción Ciudadana, el de los progres, de los alineados de Carlos Alvarado Quesada.
No existe capitán en el barco, el barco está a la deriva y pronto a hundirse, de aquí al 2025, posiblemente entraremos en un default económico si no es antes de ese año, por el astronómico déficit fiscal, dejado por su predecesor Luis Guillermo Solís Rivera, ya muy negado por los leguleyos del PAC, el hueco fiscal de ¢600 mil millones dejado en el Ministerio de Hacienda a vista y paciencia de la Justicia costarricense. El panorama no es del nada alentador para la economía costarricense de aquí a 10 años, cada vez más se incrementa el desempleo y las PYMES, están cerrando aceleradamente, y una evasión fiscal enorme por parte de las grandes corporaciones nacionales, que declaran cero ganancias, lo cual es risible que aun estén trabajando si juran que sus utilidades son nulas, solo en Costa Rica se da esto, si fuera en EE.UU., otra serían las consecuencias.
Las manifestaciones del pueblo en estos últimos dos meses, por su oposición por las negociaciones del Ejecutivo con el FMI, dejan un claro descontento de la ciudadanía por este gobierno, las libertades y derechos de los compatriotas se están aniquilando poco a poco, bajo la premisa del orden público y el imperio de la ley, que no se está aplicando con justicia y equitativamente, y más aun usando como pretexto lo del Covid-19, para aplicar medidas represoras contra el pueblo. Parece que las diferencias que tenemos con las dictaduras de Nicaragua y Venezuela, se diluyen más con las acciones de este gobierno tan particular. Todos estos factores no permiten tener claro cómo será la Costa Rica en el 2030, si alcanzaremos el desarrollo económico óptimo o pasaremos a ser un estado en quiebra. Algunos miembros de la fuerza pública no todos, se han convertido en la guardia de Carlos Alvarado Quesada y sus esbirros, para muestra lo sucedido en el cantón de Cañas hace poco más de un mes.
No existe esperanza que esta situación mejore, con el tiempo en este gobierno PAC, se carece de un líder que asuma el reto de gobernar Costa Rica, si existe deberá armarse de honestidad y firmeza en sus convicciones para enderezar el barco o evitar que el naufragio no se tan trágico, ha esperar que se acaba el desastre de nación que están por heredarnos. El año 2030 será clave pasa saber si estamos en un abismo socioeconómico o si surgió un capitán que nos guíe en el mar del desarrollo y la prosperidad.

*M.Sc. en Administración Educativa Exprofesor Escuela San Martín de Nicoya

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Jueves 03 Diciembre, 2020

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Ángel Jonathan Torres Pérez*