Porto Alegre, Brasil, AFP.- El peso del mal presente y del rival a enfrentar abarrota los hombros del Internacional de Brasil. Ávido de homenajear a Diego Maradona, Boca Juniors visita este miércoles al contuso colorado gaúcho por la Copa Libertadores-2020.
El partido de ida de octavos de final se aplazó una semana por el estrecho vínculo de 'D10S' con los xeneizes. El fallecimiento de la leyenda argentina sacudió al mundo el miércoles pasado, el mismo día en que se iba a disputar el cotejo en Porto Alegre.
Siete días después, con el dolor de la pérdida vivo, brasileños y argentinos chocarán a las 21H30 locales (00H30 GMT del jueves) en el estadio Beira Rio. La vuelta se jugará el miércoles 9 de diciembre en Buenos Aires.
El vencedor del duelo entre campeones mundiales se enfrentará en cuartos de final con el ganador de la serie entre el brasileño Flamengo y el argentino Racing.
- Crisis intacta -
El aplazamiento del encuentro podría haber significado una oportunidad para que el Inter se sacudiera del embrollo en el que cayó desde que el argentino Eduardo Coudet abandonó el banquillo.
'El Chacho', ahora en el español Celta de Vigo, los dejó líderes del Brasileirao, peleando cuartos de final de Copa de Brasil y clasificados a octavos de Libertadores.
Desde que Braga asumió, hace tres semanas, Inter cayó a la cuarta posición de la liga, quedó eliminado de la copa local y apenas ganó uno de los cinco partidos bajo su mandato. Para rematar los males, el DT se contagió de covid-19 y su presencia está en veremos.
"Los resultados son los que han fallado. No son buenos, pero hemos trabajado para mejorar", dijo el asistente Leomir de Souza, quien dirigiría si Braga no se recupera.
El trabajo al que apela De Souza puede verse reflejado en las variantes tácticas y de nómina realizadas por el nuevo cuerpo técnico. En los cinco juegos dirigidos, Inter no ha repetido once. Pero las victorias escasean.
Y las bajas atormentan. A los lesionados de antaño (el peruano Paolo Guerrero, el argentino Renzo Saravia y Gabriel Boschilia), se suman Moisés y el uruguayo Abel Hernández, en tanto que Víctor Cuesta y Rodinei están suspendidos.
Los dos arqueros suplentes, Daniel y Keiller, podrían ausentarse por contagio, mientras que el volante Edenílson, agripado, espera la prueba del virus.
"El mata-mata es diferente. Tenemos unos días para prepararnos y hacer un gran juego", afirmó Cuesta, que sería reemplazado por Rodrigo Moledo en la zaga.
- Honrar al ídolo -
El argentino Andrés D'Alessandro, surgido en River Plate, eterno rival de Boca, emerge como el faro de salvación de los colorados junto al goleador del Brasileirao, Thiago Galhardo.
El veterano D'Alessandro, de 39 años, protagonizará un reencuentro de "10", dado que Carlos Tévez comandaría el ataque de Boca en un juego especial para un hombre cercanísimo a Maradona, campeón con los 'xeneizes' en 1981.
Por el dolor de la pérdida y problema de salud de su padre, el 'Apache' se ausentó de la victoria 2-0 contra Newell's el domingo, vista por Dalma Maradona, una de las hijas del 'Pelusa', desde el palco al que solía asistir su padre en La Bombonera.
"Desde el miércoles pasado fueron días difíciles para nosotros, para Boca", reconoció el entrenador Miguel Ángel Russo.
El experimentado timonel, que guió a Boca en su último título de Libertadores en 2007, sabe que el mejor homenaje para aquel amante de la pelota es "jugar bien y ganar". Por eso no reservará armas en Porto Alegre.
La semana pasada, antes del fallecimiento de Diego, probó una línea de cinco en defensa, que podría usar en el segundo tiempo para asegurar un resultado favorable.
La principal novedad de los argentinos es el regreso a la titular de Eduardo Salvio, en reemplazo del colombiano Sebastián Villa.
Con mal o buen presente, Boca es copero por excelencia. Con el halo de Maradona es un hueso aún más duro de roer.
