Cinco privados de libertad del ámbito de Mínima Seguridad de La Reforma mantienen contacto vía telefónica con un colombiano encargado de manipular varios drones que sobrevuelan el perímetro del centro penal, con los cuales entrega celulares y droga.
“La fuerza aérea” de los reclusos líderes del ámbito tiene sus momentos para aterrizar los drones y descargar las galetas sin que, al parecer, levante sospechas de la Policía que vigila constantemente los perímetros del centro penal.
Recientemente los oficiales de la Policía Penitenciaria han decomisado varios aparatos de estos, así como teléfonos normales y hasta uno satelital, junto con todo tipo de estupefacientes que se trasiegan en prisión a un alto costo. Fuentes confidenciales mencionaron que un funcionario del puesto 5 realizó el pasado miércoles 25 de noviembre un traslado al sector de Mínima Seguridad donde al parecer llevó tres celulares que fueron distribuidos a través de la cocina del penal hasta llegar a las manos de los jachudos.
Asimismo, DIARIO EXTRA tiene conocimiento de que la señal telefónica no está 100% bloqueada, incluso después de las 5 p.m. existe un plazo de dos a tres horas cuando los reclusos aprovechan para hacer de las suyas.
Los drones van dirigidos en horas del día y la mayoría de ocasiones los fines de semana a los ámbitos de Mediana Abierta y Mediana Cerrada, así como Mínima Seguridad, donde descargan en los patios de los módulos en que permanecen los encargados de realizar el negocio.
LIBRE ACCESO
Un portón negro que da acceso a la calle externa que rodea el sector de los arcos modulares de La Reforma, donde trabajan algunos reos artesanos, es el sitio en donde aterrizan la droga y los teléfonos celulares que sirven para extorsionar y hacer contactos en la calle.
La débil seguridad, la complicidad de algunos uniformados y el hecho de que durante la noche algunos fortines quedan descubiertos dan pie a que incluso se presuma cómo hasta particulares podrían estar ingresando a prisión para dejar y recoger encomiendas.
El 13 de noviembre pasado, las autoridades carcelarias decomisaron 8 celulares, 9 cargadores, 3 libras de marihuana, un juego de manos libres y 200 gramos de cocaína que estaban ocultos en una pistola de pintar cerca de un compresor utilizado por los privados de libertad para trabajar.
Las autoridades penitenciarias no descartan que exista alguna relación amistosa con quienes trasladan la comida a lo interno del penal y que alguna de las escuadras sea permisiva con el traslado y distribución de mercadería ilícita.
