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Nacionales

“El docente está frustrado, cansado”

Revela informe del Colypro sobre situación de la educación en pandemia

  • Carmen Montoya, jefa de la Fiscalía, y Andrea Peraza, fiscal del Colypro, conversaron con Iary Gómez, gerente general del Grupo Extra, y Sandra Cordero, subdirectora de DIARIO EXTRA.

  • Andrea Peraza, fiscal del Colypro.

  • Carmen Montoya, jefa de la Fiscalía.

La pandemia es compleja para la población en diversos ámbitos, entre ellos el educativo. Un grupo que ha sufrido las sobrecargas en carne propia son los docentes, pues no solo tuvieron que pasar de las clases presenciales a las virtuales, sino que la planeación y el seguimiento también aumentaron.

Así lo determinó un estudio elaborado por el Colegio de Licenciados y Profesores en Letras, Filosofía, Ciencias y Artes (Colypro), que identificó un ambiente de estrés entre docentes y menores.

Incluso esta sobrecarga afecta al personal administrativo y a los padres de familia o encargados de los menores, quienes lidian con la virtualidad de las lecciones y con su modalidad de teletrabajo, junto con las labores del hogar.

No obstante, considera que la metodología adoptada por el Ministerio de Educación Pública (MEP) fue la más adecuada que se podía tomar al momento en que se suspendieron las clases presenciales en marzo de 2020.

DIARIO EXTRA conversó con Andrea Peraza, fiscal del Colypro, y Carmen Montoya, jefa de la Fiscalía, quienes narraron parte de las preocupaciones y hallazgos en torno al ejercicio docente durante la pandemia.

A continuación, un extracto de la entrevista.

¿Cómo surgen los datos?

-La Fiscalía comenzó a hacer una investigación sobre el impacto que tiene la pandemia en los educadores, los niños y toda la problemática. Hay un primer informe sobre qué han hecho las direcciones regionales para tratar el manejo de la educación.

¿Estábamos preparados para un sistema virtual?

-Es un sistema totalmente nuevo que nadie se esperaba. Estábamos en un sistema normal, presencial, de un momento a otro llega la pandemia y es un cambio intempestivo. Nadie estaba preparado, ni el Ministerio de Educación, que no tenía programas de ese tipo, ni los educadores, ni los niños, ni los padres de familia. Absolutamente nadie estaba preparado para eso.

¿Qué fue lo primero tras la suspensión de las clases presenciales por el Covid-19?

-Cuando empezó la pandemia todos comenzaron a buscar una computadora con acceso a la herramienta, en el caso del MEP o de un centro educativo privado. Con la compra de la computadora vino la segunda parte, la autocapacitación en la herramienta para llegarle al estudiante. Una cosa es que yo como docente llegue frente a los estudiantes con pizarra, marcador y papel a dar la clase, y otra muy distinta que esté frente a una computadora con 30 estudiantes y entiendan lo que estoy diciendo. Tenemos estudiantes con adecuaciones no significativas, significativas y de acceso que yo pregunto ¿cómo haría alguien ahorita con un estudiante invidente o con problemas auditivos?

¿Cuál es la principal reflexión que hacen?

-Cuando el Ministerio de Salud mandó a todo el mundo para la casa. Si las clases se hubieran mantenido presenciales, cómo estuviera Costa Rica en este momento; si hubiéramos mantenido a todos en las aulas con chiquitos van y vienen, adultos van y vienen, donde puede ser que mi mamá o mi papá se enfermó en la calle y me contagia, y en el aula tengo 30 estudiantes, eso va a afectar. Entonces mucho tiene que ver con la respuesta que dio y está dando el educador.

¿Están de acuerdo con la virtualidad?

-No es que estemos totalmente de acuerdo con la virtualidad. La virtualidad salva la situación, pero la presencialidad es importante. La presencialidad da la opción de que pregunten, escuchen, y facilita un compartir de ideas para el aprendizaje.

¿Están los docentes bajo estrés?

-Sí, ese es uno de los resultados que arroja la investigación, el estrés que maneja el docente. La mayor cantidad de docentes que tenemos son mujeres, aproximadamente el 70%, entonces ahora está en la casa, lava, limpia, cocina, da clase virtual, atiende al hijo, llega el esposo, llega el familiar y tiene que atenderlos. El docente está frustrado, cansado. La virtualidad en el caso del docente es más frustrante. Si tenían ayuda doméstica, por la problemática económica prescinden de eso y queda la mamá con el teletrabajo, con el oficio de la casa y atendiendo las tareas de los chiquitos.

Existen denuncias de que en todo el año no han visto a los docentes. ¿Qué saben de eso?

-En la Asamblea Legislativa está la norma 12, la cual lo que hace en el Ministerio de Educación es que de las 100 plazas vacantes que existen, solo el 20% se está dando o se va a dar. El tema con los docentes que no se ven es porque quizá se jubilaron, se enfermaron, están incapacitados o sencillamente se trasladaron.

¿Qué pasa con esos alumnos?

-Ellos manejan cuatro escenarios y hay varias formas de atenderlos. Está la dinámica de la virtualidad, que es donde el educador se conecta y explica lo que va a enviar de la guía de trabajo autónomo, les dice a los alumnos “ya les mandé la guía y esto se va a resolver de esta manera”. El estudiante que no tiene dispositivo o Internet debe resolver la guía de forma escrita y hacerla llegar al centro educativo para que el docente la recoja y la revise, se la devuelve al alumno para que la revise y sepa qué tuvo bueno y qué tuvo malo. De hecho, los docentes tienen que entregar un álbum de evidencias, que tiene un valor. En este momento puede ser que los docentes no sepan conectarse a Teams o que no tengan computadora o Internet.

¿Qué situaciones enfrentan los estudiantes?

-Hay estudiantes que en este momento están trabajando porque despidieron al papá o la mamá, y hay otros, lo digo con toda la propiedad del mundo, que en las zonas rurales principalmente están ayudando en la casa. En el hogar la virtualidad los papás no la entienden y les piden que vayan y ayuden a llevar el pan a la casa. El estudiante quiere sacar su año, pero está trabajando y mandando, aunque sea tarde, las guías de trabajo autónomo. En las zonas rurales se han visto muy afectados por el acceso a Internet.

¿Qué saldrá de esto?

-Todavía no sabemos qué va a reventar de esto. Como colegio profesional nuestra misión es velar por eso. Vigilamos el ejercicio legal, ético y competente; además estamos obligados a que los funcionarios que están vinculados a Colypro ejerzan de una manera competente, pero resulta que nos preguntan qué va a pasar. En este momento ni siquiera hay que culpar al Ministerio de Educación, que sobre la marcha debió improvisar a ver qué hacía. Están como en un tubo de ensayo y los resultados los tendremos en uno o dos años, qué resultó, toda la deserción, la pésima educación.

¿Esta metodología llevaría a más deserción?

-En el momento la respuesta fue la idónea, pero el Ministerio de Educación ha venido improvisando y no sabía qué tanto se podía alargar. Siempre se atendió a toda la población estudiantil. En la investigación que tenemos se ve que son muy pocos los que quedaron rezagados o que estaban pendientes porque tenían que ir a buscarlos a lugares con dificultad de acceso, sin embargo siempre hubo la forma de llegarles a los estudiantes con las guías de trabajo.

¿Por qué el sector público de alguna manera no lo logró y el privado sí, pese a que muchos se quedaron sin trabajo?

-Hay una gran diferencia. Los niños que están en el sector privado son niños con medios económicos o padres educados, por lo general a nivel profesional, y pueden pagar esa educación al niño, tienen otro nivel de preparación. Lamentablemente cuando hablamos de servidores públicos, especialmente en propiedad, se confía. Un educador en el Ministerio de Educación sabe que si se jala una torta le harán un procedimiento administrativo, toda una investigación para poder despedirlo, entonces se confía y se la juega. Ese es uno de los grandes vicios que tiene. En el colegio privado el docente puede ser estricto y decirle al papá que el hijo no hace la tarea porque el papá está pagando y el docente tiene que responderle; en el público el padre de familia envía a su hijo y se desconecta, como si fuera una guardería.

¿Cuál es el éxito de la educación?

-El éxito de la educación siempre es hablar y unir fuerzas. Ahorita no entiendo cómo se recorta el presupuesto para educación para atender otras situaciones cuando hay dinero del gobierno que se está desperdiciando. No logro entender cómo no van a nombrar al docente, cuando un país quiere desarrollarse es con la educación

PERIODISTA: Sharon Cascante Lizano

CRÉDITOS: Fotos: Cristian Cartín

EMAIL: [email protected]

Lunes 30 Noviembre, 2020

HORA: 12:00 AM

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