Un juez de apelación en los Tribunales de Cartago negó otra vez el cambio de medidas para el principal sospechoso de asesinar a Allison Bonilla.
Se trata de Nelson Sánchez Ureña, conocido como Sukia, para quien su abogado solicitaba el cambio de medidas cautelares y que pudiera salir de la cárcel.
Francisco Herrera, defensor de Sánchez, indicó que hay satisfacción a medias, pues en una audiencia previa habían dictado la prisión preventiva por un año, pero esta fue reducida a seis meses.
“Mi defendido puede estar en libertad bajo cualquier medida cautelar. El grado de probabilidad no existe, pues este se contaminó al violentársele sus derechos fundamentales, ya que su declaración la hizo bajo una gran presión psicológica”, argumentó Herrera.
El pasado 28 de setiembre Sánchez cambió su declaración inicial del 4 de setiembre en la que confesaba la autoría del crimen e incluso dio detalles de dónde había lanzado el cuerpo, sitio donde precisamente, semanas después, fueron localizados los restos.
CRIMEN DE ALLISON
Según la investigación de los judiciales, a Allison la raptó Sukia el miércoles 4 de marzo pasado, cuando la joven regresaba de clases en el Liceo Nocturno de Cachí, la llevó a una zona solitaria donde abusó de ella y después la asesinó.
La hipótesis señala que su cuerpo fue metido en la cajuela del carro del sospechoso, con el que se trasladó a un basurero clandestino en Cachí donde lanzó el cuerpo.
La búsqueda de los restos de Allison inició el mismo día de la declaración de su presunto abusador y se extendió por varias semanas hasta que el 27 de setiembre se encontraron los primeros indicios. Después se encontraron huesos que los estudios forenses determinaron que eran los de la joven de 18 años.