Las autoridades judiciales confirmaron que los restos localizados el pasado sábado en la represa del Brasil de Santa Ana son de Jeffrey Vargas Ortiz, el mensajero desaparecido el pasado 20 de octubre.
Pese a que se está a la espera de los resultados de ADN, las pruebas odontológicas dieron positivas, lo que confirma que se trata de Vargas.
Los judiciales también dieron a conocer que la muerte fue causada por ahogamiento por sumersión y se descartó que tuviese alguna herida con arma.
ALIVIO PARA FAMILIARES
Los restos los localizaron trabajadores de la planta hidroeléctrica cuando realizaban labores de limpieza.
Los familiares de Jeffrey señalaron en medio del dolor que la noticia representa paz para toda la familia, ya que por lo menos sabrán dónde descansará.
“Para nosotros es una tranquilidad, no puedo explicarles el dolor que significa para nosotros, pero también es una paz para todos y sobre todo para su esposa”, dijo José Ángel Vargas, padre de Jeffrey.
Otro hijo de don José, Edison Vargas, estaba en las afueras de Medicatura Forense en San Joaquín de Flores, donde manifestó que el hallazgo representa un poco de paz para todos ellos. “Sería más duro no dar con él y continuar en esta incertidumbre, lo que duele es la calidad de persona que era y lo que todos perdemos, por lo menos ya sabemos dónde va a estar” afirmó Edison muy dolido.
El 4 de diciembre próximo Jeffrey Vargas cumplía 31 años y su esposa, Mildiana Henríquez, tiene ocho meses de embarazo del que sería su primer hijo.
Ella no quiso dar declaraciones tras la noticia y la confirmación de la muerte de su esposo y solo en redes sociales escribió “Jeffrito te extraño tanto que siento que se me despedaza el pecho de tanto dolor”.
DIA DE SU MUERTE
La versión que manejan las autoridades judiciales de lo que pudo ocurrir con Jeffrey es que ese 20 de octubre intentó cruzar un río en calle Mesén de San Diego de La Unión y en ese momento fue arrastrado con todo y su motocicleta por la fuerte corriente.
Tras las lluvias del último mes, su permaneció en las aguas del río Tiribí hasta llegar a la represa donde se encontró el pasado sábado.
Desde el momento de su desaparición, familiares y amigos no descansaron hasta dar con su paradero. Muchísima gente que ni los conocía se unió a la búsqueda que se extendió desde el cerro de la Carpintera en el cantón de La Unión, hasta los alrededores al rio Tiribí y su trayecto.
La moto había sido localizada por un hombre que la vendió en una chatarrera y los familiares hallaron ropa y hasta las tarjetas de crédito que iba a entregar el día en que se dio su desaparición.
Los familiares estaban a la espera de que les entreguen el cuerpo para poder darle santa sepultura en las próximas horas.
