2020 ha sido un reto para los docentes, los padres y los estudiantes, quienes en la primera mitad del año tuvieron la ventaja de que los contenidos educativos y las tareas se consideraron formativos, sin embargo para el segundo semestre sí se calificará a los menores.
María Alexandra Ulate, directora de Desarrollo Curricular del Ministerio de Educación Pública (MEP), explicó que en el segundo semestre evaluarán desde agosto a los estudiantes, quienes deben tener una calificación de 60 o más para aprobar el curso.
La nota la pondrán a través de un instrumento de medición sumativa que se entregará en noviembre, con excepción de los alumnos de educación técnica.
Dicha herramienta se les aplicará en todos los niveles, excepto en preescolar, primer grado y sétimo año, donde se mantiene una evaluación formativa.
A los demás los evaluarán en Español, Matemática, Estudios Sociales, Ciencias, Biología, Química y Lengua Extranjera.
“Hicimos un estudio de los programas de estudio con los asesores nacionales, regionales y docentes, seleccionando unos aprendizajes que consideramos son los base, o sea eso importante que tiene que aprenderse sí o sí este año.
Los aprendizajes base los elaboramos los asesores nacionales, los validaron y construyeron también las regionales y los docentes con su experiencia”, explicó Ulate.
Los cambios en la evaluación se deben a que cerca del 50% de los contenidos propuestos para el aprendizaje no se pudo abordar este año por la pandemia.
“Hicimos una especie de plantilla donde el docente tiene por asignatura, por nivel y por ciclo todos los aprendizajes base que debe desarrollar, entonces ahí los docentes buscan y con esos aprendizajes elaboro las guías de trabajo autónomo”, indicó.
¿PADRES CON POTESTAD?
Sobre si los padres o encargados de los menores tienen la potestad de definir si sus hijos merecen aprobar el año, Ulate dijo que no, debido a que solicitar a un docente que repruebe a un menor violentaría el derecho a la educación.
Para los expertos del MEP los padres de los menores no cuentan con la potestad ni la formación o criterio técnico pedagógico para tomar la decisión de exigirle a un docente que haga algo con su hijo.
Es decir, la promoción del estudiante, el avance al año escolar siguiente o repetir el mismo nivel es una acción que corresponde a las normas de evaluación vigentes y el criterio técnico o experto del docente.
“La promoción de esa persona estudiante, el avance al año siguiente o la repetición de este es una acción que corresponde a las normas de evaluación que tenemos vigentes y al criterio técnico del experto docente.
Cualquier decisión que se tome sin respetar eso significaría una afectación al interés superior de la persona estudiante”, añadió.
De este modo, aunque un padre considere que su hijo no está preparado para pasar al siguiente año escolar, el criterio que se tomará en cuenta es el del docente, quien definirá si se cumplió con lo esperado.
Ulate destacó que en el MEP definen estrategias para que los docentes las apliquen en 2021, pues es probable que en un mismo salón de clases tengan estudiantes con distintos niveles de avance en el aprendizaje.
PERIODISTA: Sharon Cascante Lizano
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Miércoles 28 Octubre, 2020
HORA: 12:00 AM
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