Pablo Barahona Krüger es abogado constitucionalista, comunicador y profesor universitario, además de un crítico analista de la realidad del país. En esta entrevista desmenuza sin tapujos el momento actual del gobierno y hace una crítica a un sector de la sociedad nacional que sigue adormecido cuando el país atraviesa el momento más crítico de su historia reciente.
¿Cómo ve la situación actual del país?
-Me parece que estamos ante el momento más retador de toda la historia del Estado moderno costarricense, e irónicamente, por otro lado, es la época más ayuna de liderazgos fuertes e inteligentes. Y eso es tremebundo, es una gran tragedia para Costa Rica, porque supone que los retos que el país enfrenta lo hace con “capitanes de panga”, a puro remo, y se prevé que no tendremos ningún buen resultado.
¿Hay mucho pesimismo en el ambiente?
-Nunca ha estado Costa Rica tan retada, ni tan abandonada a su suerte y eso es terrible para un país al que le dijeron que tendría un gran futuro, entonces el golpe moral, es decir, la desmoralización del ciudadano costarricense supone una deslegitimación muy rápida del sistema político y eso atenta contra la cultura de legalidad, contra el orden que aspira el Estado.
¿Qué responsabilidad tiene el PAC?
-Por un lado, tenemos la estafa electoral de un PAC que aprendió a postularse desde y con la izquierda para gobernar desde y con la derecha y para la derecha. Lo que refleja una gran confusión intelectual de los líderes de este partido. Por un lado, prometen progresismo social, más igualdad, el mismo nombre Acción Ciudadana implica una horizontalidad en el manejo del poder y no ha habido una administración pública más vertical que en los dos gobiernos del PAC. Donde los diálogos son una pantomima, es un gobierno del disimulo, de las caretas y las máscaras y una muestra de eso es la red de cuido, por ejemplo, con el creador de la UPAD que ahora es nombrado en Cancillería.
¿Y el presidente Alvarado?
-El PAC fue un excelente aprendiz, pero de las peores mañas del tradicionalismo político nacional, mejorando las mismas técnicas de manipulación política de quienes los antecedieron en el poder. Mientras la acción ciudadana supone negociación, diálogo, incorporando puntos diversos. Tenemos un Presidente muy inmaduro, no solo políticamente, sino personalmente y que ya no le importa el futuro del país. Es un Presidente que se enconcha, que pareciera se enoja ante la crítica y ante las opiniones diferentes. Es la gran limitante intelectual que tiene Carlos Alvarado, que es una inmadurez personal que le impide sentarse con los diversos porque él también se siente muy inseguro en el ejercicio de su mandato. Eso claro, lo hace sentirse amenazado cuando los periodistas le inquieren con preguntas críticas y por eso él busca a los periodistas que le hacen entrevistas favorables, amistosas o preguntas cómodas.
El Presidente es incluso blanco de burlas, ¿ha perdido legitimidad?
Nuestro Presidente es sujeto de bromas estilo Tres Patines o estilo Cantinflas y eso no puede alegrar, sino preocupar porque se trata de un muchacho que no las tiene todas consigo, que no sabe dónde está parado, pero lo que más preocupa es que ya no le importa. Carlos Alvarado ha llegado a un punto de cinismo y por eso hace estos nombramientos de mano izquierda para proteger a los suyos, lo hace porque ya nada le importa, solo está esperando llegar a la otra orilla y estos niveles de endeudamiento lo confirman. Yo lo que necesito es plata para terminar el gobierno, como quede Costa Rica después ya no es mi problema, yo salgo de esta, que es lo que hizo Luis Guillermo Solís.
¿El gobierno protege a los suyos?
-Sí porque lo que hicieron fue sacarlo de la tormenta en la que estaba para ponerlo en un costado silenciosamente. Y así han hecho con los asesores y amigos cercanos de la primera dama, del Presidente, de Epsy Campbell (excanciller y vicepresidenta), y los que están cerca del círculo. Si no es una embajada, es un cargo de asesor en una junta directiva. Vean a Agustín Castro (ministro de Comunicación) y sus periodistas, la OEA que ha sido un refugio. Esa red de cuido choca cada vez más con el costarricense y lo que más molesta es que todo queda impune.
¿Para quién se gobierna?
-Se está poniendo la carreta por delante de los bueyes al poner el poder público al servicio de un grupúsculo de empresarios y también de aquellos que llaman las loncheras, que son un grupito de jovencitos que todavía nos hacen pagar como país una curva de aprendizaje costosísima y que están tranquilos porque ellos están por ellos.
¿Qué opina de atrasar la campaña política?
-Me parece es una amenaza directa al sistema político costarricense, porque al acortarse la discusión electoral van a impedir que se den a conocer nuevos liderazgos y sobre todo que se consoliden coaliciones de cara al retar al PAC y sus coaligados PLN y PUSC primordialmente, de cara a la próxima campaña. Y el resultado es que vamos a tener más de lo mismo y los liderazgos nuevos no van a tener tiempo de colocarse en la retina del público y eso es lo que ellos temen.
Algunos hablan de autoritarismo, ¿qué opina?
-Yo sí veo vicios de autoritarismo en este gobierno. El hecho que se haya cerrado el control político en los primeros meses de esta pandemia fue un error garrafal que permitieron los diputados, sobre todo los de oposición, sino el haber expulsado a la prensa de las conferencias en Casa Presidencial y hacerlas casi virtuales, donde ellos escogían qué preguntas responder, era ya como prefabricado.
¿Y el manejo de la pandemia?
-Yo estoy claro que el manejo de la pandemia no ha sido bueno, lo dije desde un principio y me criticaron y hoy veo a muchos repitiendo lo que yo dije hace meses. Pero la pandemia lo que hizo fue poner unos focos e iluminar algunos resquicios de ejercicios del poder que no estábamos viendo, por ejemplo cuando no hay coordinación a lo interior del gobierno, no hay anticipación o prospectiva, es decir, se quedaron con la crisis sanitaria, pero se los olvidó la segunda ola, que es económica, que era muy severa y que hay una tercera ola, que es la deslegitimación del sistema político y que les pasará factura porque esa desazón de la gran mayoría tendrá su peso en las próximas elecciones. El costarricense aprendió a sentirse bien consigo mismo, sintiéndose mal con la política.
¿Hay responsabilidad de un sector de la prensa?
-Estamos sufriendo las consecuencias de una sociedad que decidió invertir los valores, como ya lo anticipaba el sociólogo Guy Debord en su libro La Sociedad del Espectáculo. Y en eso tiene que ver mucho algunos medios de comunicación que “chinamizaron” el debate público. En este país el que es obediente, se apunta a la tapadera, a la corrupción e impunidad lo encumbran, como hizo Carlos (Alvarado) al que no le conocemos ningún político mérito importante en toda su vida, pero lo encumbraron, porque en el fondo es un tonto útil de aquella maquinaria económica que se ha adueñado del país y que no perciben la crisis.
¿Y la sociedad qué responsabilidad tiene?
-Entonces estamos sufriendo las consecuencias de haber invertido los valores en el país. Por mucho tiempo nos preocupamos por tener periodistas cultos, políticos cultos, tener incluso un electorado con educación cívica básica para tomar decisiones sabias. Pero nos encerramos en dilemas falsos al punto que terminamos en un callejón sin salida entre los dos Alvarado que ninguno representaba una salida. ¿Era Fabricio o Carlos lo mejor de nuestra generación? Yo diría que no, esta generación está mucho más preparada incluso que la de los 40 donde no había economistas.
¿Quién está detrás de esa estafa del PAC?
-Para mí el gran estafador electoral de la historia contemporánea de Costa Rica es Ottón Solís. Y Ottón Solís tiene una deuda que nunca podrá pagar con Costa Rica al haberse escondido en el BCIE, en vez de haber asegurado en este segundo gobierno del PAC se hiciera lo que se tenía que hacer. Porque el que vendió esa escuela y fundó ese monstruo de mil cabezas que es ese partido hoy y sobre todo que le pasó el sombrerito en campaña a Carlos, lo que implicaba que iba a acompañarlo, pero no lo hizo. Pero se han dedicado a procrastinar, es decir a posponer lo importante en función de lo inmediato y a disimular, y todo se resume en hipocresía. Y yo diría que Ottón Solís, Luis Guillermo Solís y Carlos Alvarado son los políticos más hipócritas en los últimos 50 años.
¿Se adueñaron de la institucionalidad?
-El problema es que coparon toda la institucionalidad, la colonizaron y la controlan toda. Con gente adicional que son elementos importantes de la prensa, con salvadas excepciones como La Extra y algunos pocos más. Pero medios tradicionales como La Nación y Canal 7 le han servido de caja de resonancia al gobierno y cómo esas redes que sostienen al malabarista de circo, ese es el trabajo que le hace esta prensa. ¿Dónde estaría ese Presidente que es uno de los tres más impopulares en Latinoamérica, sin todo el apoyo de esa maquinaria mediática? No se habría caído ya el presidente si Canal 7 y La Nación lo defienden a él y a los suyos de unos niveles de imprevisión e incapacidad en el ejercicio de lo público y lo que tenemos son piropos y una defensa tácita.
¿Qué opina del viaje del Presidente a Punta Islita?
-Estamos ante casos de corrupción como el del viaje presidencial con su ministro André Garnier a Punta Islita y esos medios terminan defendiendo eso como una inocentada, cuando las figuras que analiza el Ministerio Público son el enriquecimiento ilícito, penalidad del corruptor y un conflicto de interés. Porque no es por envidia negarle el viaje con sus los que él cree son sus amigos millonarios, aquí el tema es que la ley prohíbe que cualquier funcionario público pueda recibir dádivas y mucho menos como un viaje en helicóptero, hospedaje en un hotel de lujo.
¿Qué pasa si se desestima esa investigación?
-Mucho cuidado, el Poder Judicial y a la ciudadanía con validar este precedente del Presidente de su viaje a vacaciones, porque de aquí en adelante si esto fue legal y se instala un velo de impunidad, el tema no es si se evadió el impuesto, sino que le están diciendo a los jefes de las proveedurías del ICE, del AyA, de Recope, de los bancos públicos, que pueden recibir vacaciones pagadas de lujo para sus familias y que si los descubren paguen las facturas y no pasa nada y eso es gravísimo.
¿Costa Rica se merece los gobernantes que tiene?
-Mientras las discusiones en este país sean sobre La Negrita de los Ángeles, el matrimonio homosexual, o si hay impuesto para ver ballenas o el trencito de la primera dama, estamos jodidos y ahí comparto la tesis de que Costa Rica se merece lo que tiene, si el PAC logra gobernar una tercera vez, creo que muchos vamos a recomendar que el último apague la luz y cierre la puerta.
¿Es un poco pesimista?
-Bueno yo soy positivo, porque la generación más preparada de este país que somos los de 50 años para abajo, que hoy cuidamos hijos, pagamos deudas y estamos tratando de salir adelante, todo eso impulsa un debate político electoral, la necesidad de la gente. Entonces sería muy idiota, en términos griegos, aquel costarricense que se abstrae de la discusión política en tiempos donde es más necesaria que nunca.
¿Existen esos liderazgos políticos en el escenario actual?
-Sería una contradicción decir que no hay nadie capaz, si estoy diciendo que esta es de las generaciones más preparadas. Pienso que hay que estar un poco loco para asumir un país que va a quedar quebrado y con una deslegitimación progresiva que quieren decir que el próximo gobierno no tendrá 100 días de tregua sino 30 tal vez. No se ve un liderazgo en el escenario fresco, dinámico, atrevido y capaz de sacar del barco, pero creo que las redes sociales serán capaces de avizorar ese liderazgo más temprano que tarde y ojalá que esto no sea un salto para atrás de los de antes, pero tampoco al frente y a ciegas, sino fijarse en las condiciones, propuestas, quienes los rodean y su hoja de vida.
PERIODISTA: Bharley Quirós Navarro
EMAIL: [email protected]
Miércoles 30 Septiembre, 2020
HORA: 12:00 AM
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