1 El síndrome premenstrual es una enfermedad ginecológica, en la cual la mujer experimenta una enorme variedad de síntomas, que empiezan 14 días o menos antes de la regla y ceden totalmente cuando se presenta el sangrado menstrual.
2 Los síntomas son múltiples y varían de manera considerable de una mujer a otra y a veces en la misma mujer a lo largo del tiempo. Aun cuando las molestias pueden presentarse desde la adolescencia, la aparición usual es entre los 20 y 30 años, siendo más intensas después de los 30.
3 Entre los síntomas más comunes, desde el punto de vista psicológico, se encuentran cambios de carácter, ansiedad, depresión, tristeza, irritabilidad, asilamiento social, problemas para concentrarse, llanto espontáneo sin motivo y problemas de sueño.
4 En el plano físico los síntomas también son diversos, entre ellos dolor en los senos, distensión abdominal, dolor en las articulaciones, cansancio, dolor de cabeza, acné, aumento de peso, estreñimiento, diarrea e intolerancia al alcohol.
5 Algunas mujeres solo presentan uno o dos síntomas, mientras que otras tienen manifestaciones floridas. Por lo general, entre las molestias suelen figurar las que tienen un carácter psicológico o mental.
6 Es importante recalcar que estos síntomas son muy frecuentes en la población general, sin embargo en el síndrome premenstrual tienen la característica de que ceden totalmente en el primer o segundo día de la regla y se presentan días antes de la próxima menstruación. Es decir, la mujer pasa cerca de dos semanas libre de molestias.
7 Al día de hoy se calcula que el 80% de las mujeres experimenta algunas de estas manifestaciones, pero de forma leve. En un 5% de ellas los síntomas son tan intensos que resultan incapacitantes y alteran su diario vivir, tanto en el plano laboral como en el familiar, social y de pareja. Al síndrome premenstrual tan intenso algunos autores lo denominan trastorno disfórico premenstrual, en el cual usualmente predominan los síntomas psicológicos.
8 Para realizar el diagnóstico de la forma más veraz es fundamental que la paciente lleve una bitácora en la cual registre los días en que se presentan las molestias y los días libres de estas.
9 Al día de hoy no conocemos la causa de esta enfermedad. Aun cuando abundan las teorías hormonales, bioquímicas y psicológica, no tenemos nada concreto. Por esa razón siempre es necesario hacer una valoración integral para asegurarnos que no sea otro tipo de enfermedad la responsable de los síntomas, por ejemplo, cuadros depresivos, problemas tiroideos o alteraciones digestivas.
10 El tratamiento está en estricta relación con los síntomas que se presenten y en muchos casos es necesario, además de la evaluación ginecológica, la competencia de otras especialidades. En la mayoría de las pacientes podemos resolver satisfactoriamente estas molestias. En muchos casos ayudan los cambios en el estilo de vida, como optar por dietas saludables, hacer ejercicio y mantener una adecuada hidratación, entre otros.
