Soy un hombre soltero de 24 años. Me considero una persona joven, y no soy chapado a la antigua. Me tocó, como a todos los de mi generación, crecer viendo cómo se hizo moda que hombres y mujeres se rasuraran el vello de las partes nobles. Yo no lo entiendo. A mí me parece muy excitante ver el vello de la mujer, y eso me “calienta” montones. Por el contrario, ver una mujer rasurada no le encuentro la gracia. No sé si esta nueva costumbre es por razones de salud.
La depilación es una costumbre presente desde las primeras civilizaciones y su práctica incluía múltiples zonas como cejas, brazos, pecho, piernas y axilas, y se realizaba en hombres, mujeres y niños. Sin embargo, la depilación quedó en desuso en la sociedad occidental, ya que las prendas cubrían casi la totalidad del cuerpo.
Cuando se popularizan prendas más abiertas, y trajes de baño que permitían la visualización de la zona de la ingle, se comenzó a recurrir al rasurado, para evitar que el vello resultara vulgar, sexi o provocativo. Desde luego, con el advenimiento del bikini, la tanga, y el “hilo” fue necesario la depilación total de la zona genital.
Es decir, inicialmente la idea era evitar la visualización del vello por lo sexual del mismo, sin embargo, en las últimas décadas, los genitales depilados se han vuelto excitantes para muchos y se ha incluido dentro de los nuevos gustos y preferencias sexuales. Diríamos que su práctica es más común en mujeres que en hombres y responde más a un tópico cultural.
No hay razón médica para recomendar la depilación, más bien, en algunos casos no es recomendable, sobre todo en aquellas personas que desarrollan cuadros alérgicos e infecciones con algunas técnicas de rasurado.
PERIODISTA:
CRÉDITOS: Dr. Mauro Fernández
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Sábado 19 Septiembre, 2020
HORA: 12:00 AM
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