Presidente y ministro deben rendir cuentas

EDITORIAL

Todo un polvorín se ha armado en redes sociales por el famoso viaje del presidente Carlos Alvarado a Punta Islita. Aparecen ciudadanos a favor y otros en contra de que el mandatario tenga que rendir cuentas por unas “simples vacaciones”.

Se nos olvida acaso que Alvarado es un funcionario público y que por su calidad está obligado a no dejar ni una sola duda con respecto a sus actuaciones.

En ningún momento se ha cuestionado su derecho a tomar vacaciones, sin embargo, el hermetismo con el que se ha manejado la información sembró dudas desde un inicio.

La Casa Presidencial envió una comunicación hasta el lunes a altas horas de la noche, a pesar de que el escándalo había estallado desde el fin de semana. Nuevamente el departamento de comunicación actúa de forma tardía.

Pareciera que existe cierta molestia a que el mandatario tenga que dar una explicación de sus vacaciones y que fuera obligado por la opinión pública a entregar copia de facturas para acreditar que todo estuvo apegado a derecho.

El propio Alvarado tras enterarse de la apertura de una investigación por parte de la Fiscalía, pegó el brinco, y de inmediato salió en su defensa calificando el accionar como un “exceso”.

Sin duda el mandatario se muestra inquieto ante las reiteradas peticiones para la renuncia de su Ministro de Enlace con el sector privado, André Garnier, quien desde su nombramiento levantó suspicacias entre políticos y empresarios.

Garnier es uno de los pocos sobrevivientes del pacto de unión nacional entre Alvarado y Rodolfo Piza. Sus otros compañeros salidos del Partido Unidad Social Cristiana, se han ido en medio de cuestionamientos a su función.

Podemos recordar a Edna Camacho, por el caso Aldesa; a una Rocío Aguilar, quien se fue en medio de fuertes críticas por el hueco fiscal; a Nogui Acosta que tuvo que dejar el cargo de Viceministro de Hacienda, por su vínculo a una empresa familiar morosa con Tributación y la exministra de Justicia Marcia González, luego de que trascendiera que no pagó el impuesto a las casas de lujo o Rodrigo Chaves, cuyo estilo no calzó con el del Presidente. Esto por solo mencionar algunos nombres.

Pareciera que una buena parte de los funcionarios que desde Casa Presidencial se incluyeron en ese gobierno de unidad, no tuvieron un buen desenlace en la función pública. Estos han corrido la misma suerte de quien los llevó hasta ahí.

Piza desapareció del espectro público desde el 29 de julio de 2019. Se fue alegando que ya había cumplido con su labor.

De este gobierno de unidad queda el invisible ministro de Comunicación, Agustín Castro y el ministro Garnier, cuya tarea a lo interno del gobierno todavía resulta una incógnita para muchos.

Incluso hay cámaras empresariales que han cuestionado su función a lo interno de la Presidencia, sobre todo en momentos en que la pandemia ha golpeado fuertemente al sector.

Surge entonces la duda: ¿Cuál es el trabajo de Garnier en Zapote? Lo que sí se sabe es que “don André” se ha vuelto muy allegado al presidente Alvarado, al punto que prestó su helicóptero para llevarlo de viaje a uno de sus hoteles para que tomara unos días de descanso en medio del ajetreo que representa enfrentar a diario protestas públicas en las que la ciudadanía exige su derecho al trabajo.

Garnier alega ahora que no se referirá más a las misteriosas condiciones en que transcurrieron esas vacaciones. Se resguarda en que hay una investigación judicial abierta, desconociendo que él es un funcionario público y que está en la obligación de responder a la prensa, dado que actualmente no figura como imputado en la causa.

Así también, con la misma postura de no rendir cuentas, Garnier no ha dado mayores explicaciones de lo ocurrido en Nandayure, Guanacaste.

Nos gustaría que responda a las siguientes preguntas: ¿Por qué la empresa que prestó el helicóptero en el que llevó al presidente está inscrita en Panamá? ¿Por qué el Hotel Punta Islita, perteneciente a la prestigiosa cadena Marriott, no emitió factura electrónica durante la estadía del mandatario? ¿Por qué el vuelo duró tres horas cuando se llega en 45 minutos? ¿Por qué cobró por un viaje en un helicóptero privado sin conocimiento de sus socios? ¿Qué hacía un ministro de gobierno en medio de las vacaciones de un matrimonio? Finalmente, ¿Es verdad que cobró menos de la tarifa comúnmente establecida para estos viajes, solo por tratarse del Presidente de la República?

Entonces no estamos hablando de unas simples vacaciones. El propio Código de Ética del partido de gobierno dice: “Las personas que ocupen puestos públicos como resultado de nominaciones hechas por el Partido Acción Ciudadana no aceptarán regalos de ningún tipo o valor provenientes tanto del sector privado como del sector público. Los regalos ofrecidos por funcionarios públicos de otros países deberán ser entregados al patrimonio nacional, a más tardar un mes después de recibidos”.

Así las cosas, el presidente Carlos Alvarado, elegido bajo un gobierno PAC, está obligado a dar cuentas a la ciudadanía, al igual que su Ministro de Enlace con el Sector Privado.

Si todo está en orden, quedaremos a la espera de sus respuestas.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

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Viernes 14 Agosto, 2020

HORA: 12:00 AM