Un importante grupo de privados de libertad que se encuentran en el Complejo de Occidente en San Rafael, Alajuela, armó un zafarrancho para exigir que se les brinde atención médica.
Todo inició cerca de las 2 p.m. cuando los reos que permanecen aislados comenzaron a pedir que se llevara un galeno para un compañero que se sentía mal.
De inmediato los policías penitenciarios intentaron controlar los ánimos y que se les pudiera llevar el médico o realizar el traslado con el fin de valorar al hombre.
Sin embargo las horas siguieron pasando y el especialista nunca llegó, por lo cual cerca de las 5 p.m. ya los reclusos no aguantaron y comenzaron a actuar de manera violenta.
Con el único fin de que les prestara la atención que ocupaban, comenzaron a golpear el módulo donde los tienen encerrados y según los penitenciarios lograron despegar una de las láminas del techo.
Fuentes cercanas a DIARIO EXTRA expresaron que incluso habrían iniciado la quema de al menos un colchón, por lo que la intervención de la Policía Penitenciaria se hizo inminente y debió ingresar al módulo para evitar que la situación se agravara más.
Tras dialogar con los presos se contuvieron los ánimos, afortunadamente no resultaron personas heridas y finalmente se brindó la atención que exigían.
MOLESTIA POR RIESGO
Los uniformados que debieron intervenir mostraron su molestia, más aún su preocupación por el riesgo que representa para ellos entrar donde están esas personas ya diagnosticadas.
“No es posible que por una situación que la administración no es capaz de resolver nosotros tengamos que exponernos de esta manera y exponer a nuestras familias cuando volvemos a nuestras casas”, indicó uno de los oficiales.
Los funcionarios afirman que se hace la solicitud del médico para que atienda a la persona que lo necesita, pero los superiores simplemente no hacen nada y luego ellos deben ingresar.
Tras conocer el caso y la preocupación, El Periódico del Pueblo hizo la consulta mediante la oficina de prensa del Ministerio de Justicia, donde solo indicaron que ellos no tenían reporte de lo ocurrido, por ende no se refirieron al asunto.
Esta no es la primera vez que se presenta una situación de este tipo. La semana pasada se atendió un caso en que los privados de libertad se quejaron por el mal manejo de la pandemia dentro del mismo penal.
En el Centro de Atención Institucional (CAI) de San José también se han producido quejas porque aseguran que no separan a los reos que dan positivo.
Es decir, personas no contagiadas se mantienen con las ya confirmadas y temen una infección masiva que dispare los casos dentro de la cárcel.
