Hasta mediados del mes de julio, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) registra un total de 47 denuncias por fraudes informáticos en los que inescrupulosos se han aprovechado de personas con poca malicia para detectar que quieren hacerlas víctimas de una estafa.
Muchos de estos casos ocurrieron por medio de hackeos de cuentas en redes sociales, con lo que los delincuentes se hacen pasar por amigos de sus contactos para robar dinero.
Entre los elementos que más llaman la atención destaca que a partir de abril se comenzó a registrar un incremento en este tipo de delitos, lo que coincide con los meses en que justamente se les ha solicitado a las personas quedarse en su casa y se ha implementado la modalidad laboral del teletrabajo.
“Estos casos son aquellos donde hackean las cuentas de redes sociales o correos electrónicos. Ya que existen otros delitos fraudulentos por medio electrónico,
pero se encasillan dentro de timos”, detallaron las autoridades el OIJ.
Además, se está dando el hecho de que combinan la utilización de teléfono y páginas electrónicas falsas de entidades financieras, con lo que consiguen que la gente caiga y entregue información para luego concretar el delito final.
De acuerdo con las estadísticas, en los tres primeros meses del año apenas se tenía registro de 10 denuncias por estas situaciones; no obstante, solo en abril fueron 6 y un mes después, es decir en mayo, se sumaron otras 10; mientras que junio sumó catorce denuncias. En lo que respecta a julio, para el 15 de ese mes se tenían 7 casos.
Estas cifras vienen a demostrar el gran incremento en esta modalidad delictiva durante el periodo de la pandemia y el confinamiento del “Quédate en casa”, aprovechado por los delincuentes.
A criterio de las autoridades, la tendencia al alza continuará, de modo que encienden las alarmas y piden a las personas revestirse de malicia y desconfiar de todo para evitar caer en este tipo de situaciones.
METODOLOGÍA
Definitivamente, para concretar este tipo de fraudes es necesario ganarse la confianza de la persona que se va a convertir en la víctima con el objetivo de sacarle la información requerida.
Así lo explicó Erick Lewis, jefe de la Sección Especializada contra el Cibercrimen del OIJ, quien dejó claro que los métodos empleados se relacionan con la ingeniería social para obtener información confidencial de las víctimas y así poder tomar control de sus cuentas.
“Hay algunos casos donde la víctima recibe un mensaje de un contacto de la red social y le dice que tuvo un problema con la cuenta de correo electrónico, que si le puede prestar su correo para recibir un código, usualmente la víctima accede, sin embargo lo que recibe es el propio código de recuperación del correo de la víctima y con éste el de la red social”, explicó Lewis.
Pero eso no es todo, una vez con esta información logran incluso ingresar a otros servicios, como los que prestan las entidades bancarias, es así como consiguen robarse el dinero de dichas cuentas.
Inclusive, recientemente Facebook se ha convertido en esa herramienta ideal para estos delincuentes pues les permite contactar a los amigos de la primera persona que ya fue víctima.
Según las denuncias que se han recibido, “una vez que la persona les facilita el correo, el delincuente, quien en ese momento se está haciendo pasar por uno de sus contactos de Messenger, le pide que le brinde el código numérico que le enviaron al correo para así él (delincuente) poder desbloquear su correo. Una vez que la persona le da dicho el código, el delincuente lo utiliza para hackear la cuenta de correo electrónico de la persona a la que le solicitó ayuda y, además, realizar acciones que le permitan tener acceso a sus cuentas bancarias y sustraer su dinero”, pormenorizaron las autoridades.
CASO
Justamente, al corresponsal de DIARIO EXTRA Alfonso Gatjens le tocó vivir en carne propia esta situación, cuando una persona lo contactó por medio del Messenger de Facebook.
El presunto timador le escribió que tenía problemas para ingresar y que si le podía prestar su correo para poder recuperarlo, fue como terminó perdiendo el acceso a su perfil de Facebook, a su correo electrónico y con este muchos datos importantes.
Pero eso no es todo, además debió alertar a sus contactos, ya que algunos comenzaron a preguntarles por otras vías qué era lo que le había pasado y así descubrió que su perfil estaba siendo utilizado por alguien más para cometer delitos.
“Incluso me comentaron que en algunos casos estaban pidiendo dinero, esto es una situación que lo acongoja a uno porque es gente conocida la que puede resultar afectada y es muy simple caer porque te habla una persona allegada”, aseguró Gatjens.
Tras descubrir la situación, de inmediato procedió a poner la denuncia ante las autoridades correspondientes con la esperanza de lograr que se dé con los responsables y recuperar su tranquilidad.
Sin embargo, la posibilidad para poder ubicarlos es muy remota, al tratarse de un delito realizado por medios digitales es complicado, ya que se puede hacer desde prácticamente cualquier lugar donde exista una conexión a internet.
MÚLTIPLES USOS
Una vez que los delincuentes se apropian de la información que buscaban, el uso puede ser muy variado y en el mejor de los casos es solo para obtener información de alguien más.
Es por eso que Erick Lewis, jefe de la Sección Especializada contra el Cibercrimen del OIJ, advierte que los delincuentes cuando concretan el fraude pueden darle múltiples usos.
“Apoderarse de información confidencial de la víctima, suplantar la identidad, realizar estafas, conseguir otras víctimas para otros delitos como fraudes. En realidad, depende el fin del delincuente por el cual realizó la acción”, expresó Lewis.
Sin embargo en algunas ocasiones no pasa nada de lo anterior, sino que la información o bien los accesos a cuentas se usan para extorsionar a las víctimas con cosas que pueden descubrir en sus perfiles.
CONSEJOS
Para no ser víctima de estas personas inescrupulosas, las autoridades dan una serie de consejos que pueden serle útiles a cualquiera que tenga un perfil en alguna red social.
La desconfianza es el principal secreto, en especial si hay cosas que den alertas, por ejemplo, se recomienda buscar otra forma de comunicarse con la persona que aparentemente le está hablando y así poder confirmar su identidad.
Además de que se debe analizar detalladamente cuando alguien lo contacte por cualquier servicio de internet, inclusive si es un conocido hay que tener esa malicia para no entregar información sensible.
“No facilite a cualquier contacto de su red social, el recuperar la contraseña, ya que es unos de los métodos con que puede tomar control de su correo electrónico o red social e inclusive del acceso al sistema de su banco vía internet”, recordó Lewis.
A lo que añadió: “Usualmente los delincuentes ofrecen oportunidades económicas importantes, pero en un corto tiempo y verificar la identidad de sus contactos vía telefónica o una empresa o entidad bancaria en caso de ser necesario”.
Cuando se trata de alguna institución, por ejemplo un banco, si recibe una llamada sospechosa, lo ideal es que acuda a la agencia más cercana y confirme el contacto.
Por último, “no brinde información confidencial a nadie, ni un empleado bancario, amigo o conocido, que pueda comprometer la seguridad de sus servicios en internet”, enfatizó el jefe de la unidad del OIJ.
Es así como la única manera de protegerse de este tipo de delitos está en las manos de cada quien, porque solo cada persona puede ingresar a los perfiles de redes sociales.
