En la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) están como agua para chocolate, no solo por los recientes atropellos a los derechos de los trabajadores penitenciarios, sino también porque según estos los tratan como empleados de cuarta categoría.
El viernes 31 de julio en la Cárcel del Virilla, así como en el ámbito de pensiones de La Reforma el sábado 1 de agosto, donde ocurrió una serie de motines, se demostró el mal manejo de la crisis por Covid-19 en las cárceles y la realidad es que constituye una bomba de tiempo.
“La ministra y la viceministra insisten en afirmar ante la opinión pública que desde que inició la emergencia se cuenta con protocolos. Si bien existe el documento ‘Lineamientos generales para abordar la emergencia del Covid-19 en el Sistema Penitenciario’, este aborda la emergencia solo desde la condición de los privados de libertad, pasando por alto que hay un grupo de trabajadores policiales, de cocina y operadores de equipo móvil que pernoctan en las cárceles. Parece que esto se maneja con las patas”, denunció Edgar Morales, secretario adjunto de la UNT.
Está claro que los controles médicos al ingresar a los centros penales se aplican al personal policial que labora 7x7 los lunes con el cambio de escuadra, pero todos los días ingresan y salen de las cárceles personal técnico administrativo y policial con roles de 5x2, que no se someten a ningún tipo de control.
Lo peor del caso es que les facilitaron un servicio sanitario a los oficiales penitenciarios ubicados en los fortines, sin embargo parece que el Ministerio de Salud no tiene conocimiento del caso por las condiciones insalubres en que laboran.
Los sanitarios están en la misma área de trabajo, en un área de 1x1 metro, donde pueden ser observados cuando deban hacer sus necesidades fisiológicas y sin la más mínima medida de seguridad sanitaria.
“Aquí lo importante es que cuando se cuestiona a las autoridades dicen que los protocolos funcionan, ya se ha demostrado por ejemplo que a algunos compañeros los dejan atendiendo con Covid-19.
Ahora ponen sanitarios en los fortines, donde ellos tienen que comer, donde tienen el arma, eso demuestra el menosprecio que tienen por los oficiales penitenciarios.
Cómo es posible que no les digan cuáles pabellones tienen privados de libertad infectados con el coronavirus y si son contagiados les dicen a las 2 de la madrugada ‘váyanse para la casa’, sin poner un vehículo que los lleve, sino que ellos deben ver cómo se trasladan a su hogar contagiados a contaminar a sus familias”, denunció Morales.
Para el sindicalista esto requiere una declaratoria de emergencia por parte de las autoridades de Justicia, de lo contrario serán las responsables de que la bomba de tiempo estalle en sus manos.
PERIODISTA: Alexander Méndez
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Miércoles 05 Agosto, 2020
HORA: 12:00 AM
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