Un grupo de familiares de privados de libertad decidió organizarse para exigir al Ministerio de Justicia mejores condiciones a estas personas para evitar el contagio de Covid-19 y solicitar una reunión con la ministra de Justicia.
Ellos aseguran que artículos básicos, como desinfectante para realizar la limpieza de los módulos, o jabón de manos brillan por su ausencia en los centros penales, mientras el gobierno y el Ministerio de Salud insisten en la necesidad de usar este tipo de productos para evitar que se siga propagando el virus.
Contrario a lo que dice el Ministerio, que afirma ha otorgado todos los implementos necesarios para realizar la desinfección de los espacios y que tiene protocolos establecidos para todo ello, la situación que viven los reos y policías penitenciarios es muy diferente.
Quienes se encuentran recluidos afirman que en muchas ocasiones son ellos los que deben comprar los productos en las pulperías que hay dentro de los penales.
El incremento de casos en los centros penales ha sido más que notorio en los últimos días, este domingo se llegó a 69 casos en la población penitenciaria más 42 en funcionarios y todos los días se van agregando más.
Pero lo peor de todo es que este tipo de artículos son prohibidos de ingresar, por lo cual no tienen otra alternativa que pagar lo que les cobren, es decir precios altos como siempre ha ocurrido en esos puestos.
Y ellos no son los únicos que se quejan. Los policías penitenciarios también se han hecho sentir en el mismo sentido e insisten en que de sus propios bolsillos han comprado los implementos para cuidar de su salud y la de sus familias.
Con este panorama los familiares aseguran que no aguantan más y a las 6:30 a.m. de hoy llegarán frente al centro penitenciario La Reforma, donde esperan alguna respuesta de las autoridades.
La idea es llevar ropa blanca, carteles con mensajes de la molestia y apoyo a todas las personas que están en las cárceles, quienes se exponen a la situación.
Además algunos privados de libertad no descartan realizar una huelga de hambre en distintos centros penales para exigir que se les atienda adecuadamente con el fin de no contagiarse con el coronavirus.
