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Sucesos

Obligan trabajar a policía sospechosa de Covid-19

Después de cita médica no la reciben en cárcel

  • Una doctora revisó días después de presentar síntomas a la oficial penitenciaria sospechosa de padecer Covid-19

  • La afectada narró a DIARIO EXTRA lo sucedido, pero solicitó no revelar su imagen

La situación que se vive en los diferentes centros penitenciarios del país con la llegada del Covid-19 empeora y muchas de las realidades que experimentan los privados de libertad, funcionarios administrativos y los policías se mantienen ocultas o distorsionadas.

Tal como lo ha informado DIARIO EXTRA, muchas acciones a lo interno de los penales no encajan con la versión que dan las autoridades del Ministerio de Justicia y así queda manifiesto con la versión de una oficial penitenciaria que valientemente rompió el silencio. 

Se trata de Whitney Daniela Steele Segura, policía destacada en el centro penal Luis Paulino Mora, quien habló con El Periódico del Pueblo para denunciar el infierno que vivió tras ser, hasta el momento, sospechosa de padecer coronavirus.

 

INICIA INFIERNO

 

“El lunes me empezó un dolor de cabeza, tenía la presión muy alta y fue la doctora de los privados de libertad quien me atendió porque la de la empresa no llegó ahí en esa semana, llamó a todos los crónicos para preguntar qué medicamentos ocupábamos y nos apuntó, expresó que en el transcurso de la semana los mandaba.

Como el jueves no había llegado el medicamento presenté un recurso de amparo vía fax, luego los fármacos los recibí en la tarde, sentía escalofríos, tenía tos seca, me tomaban la presión y seguía alta (160-100, 153-99 y 140-101). La enfermera me inyectó Tramadol para ver si se bajaba la presión, pero continué trabajando”, recordó.

La uniformada con más de 7 años custodiando reclusos se siente decepcionada de las autoridades penitenciarias.

“Ese lunes otros compañeros empezaron a sentir síntomas, pero no nos decían nada, seguíamos trabajando, empecé a sentirme más débil, del dolor de cabeza sentía que me iba a reventar y sentía náuseas, estuvimos casi tres semanas con orden sanitaria.

Les hicieron las pruebas a 18 policías por ser sospechosos, no los aislaron y siguieron trabajando, todos estábamos revueltos, se veía la desesperación de los compañeros por sentirse mal. Me di cuenta que 3 compañeros salieron positivos y los mandaron para la casa, me mandaron al hospital a que me hicieran la prueba por tener contacto con reos que son positivos”, alegó.

 

TODOS REVUELTOS

 

Esta desesperada funcionaria dice que aún espera los resultados, lo cual la tiene sumida en la incertidumbre.

“Ese día no me aislaron y dormí con las compañeras que no tenían síntomas, al otro día los jefes me dicen que tenía que pasarme a otro cuarto de aislamiento donde había cinco compañeros que llevaban días de estar ahí, era un cuarto cochino.

Estábamos revueltos hombres y mujeres, imagínese, no teníamos dónde lavar, no podíamos salir del cuarto, no tenía cama, me ayudaron a jalar un colchón, me acosté, pero estaba desesperada, el mismo tapabocas se lo ponían todos los días, la ropa se reutilizaba, les dije a los compañeros que iba a llamar al 9-1-1”, manifestó.

Steele Segura afirma que cada compañero habló con el muchacho que los atendió y preguntó qué síntomas tenían.

“No nos habían visto, después de la llamada le dije al jefe que la ambulancia iba a llegar, que la dejaran ingresar, a los 10 minutos llegó la doctora de empresa a atendernos, estaba desorbitada, me hablaban y no respondía, me llevaron al hospital de Alajuela. 

Llegué como a las 4 p.m., estuve toda la noche hasta la 1:30 a.m. de este jueves, me sacaron sangre, me revisaron el tórax y en el hospital me dijeron que podían llevarme a mi trabajo (cárcel Luis Paulino Mora) donde estaba la orden sanitaria, les dije que sí”, recalcó.

 

JEFES LA NEGARON

 

La colaboradora dice que la dejaron afuera del centro penal, a pesar de la condición de salud.

“Cuando llamo para que me dejen ingresar me dicen que por orden de la comandante y de los altos jerarcas no puedo entrar, pero ahí tenía mis cosas personales, a las 2 a.m. afuera no sabía qué hacer.

Lloraba de la desesperación, llamé a mi mamá, un compañero me hizo el favor de alcanzarme mis cosas en una bolsa, estuve desde las 2 a.m. hasta las 4 a.m., sentía que me iba a descomponer, estaba muy débil, me habían sacado sangre, estaba mareada, conseguí el número de los taxis para que me llevaran a la casa, no podía quedarme ahí por tener una orden sanitaria”, aseguró.

La oficial al fin llegó a su vivienda, donde la esperaba su preocupada madre.

“Sé que van a tomar represalias, pero estoy denunciando por segunda vez. La primera fue con un jefe que me discriminó por el color de piel y cabello, usaba extensiones, gané el proceso. Quedó en el libro de actas que tenía que cambiar el color de cabello, había sufrido la discriminación. Cuando llegué al centro estaban a la defensiva. 

A los compañeros les hicieron la prueba y siguieron trabajando por orden de los jefes, inclusive uno de ellos también se sentía mal, a los dos nos hicieron la prueba y nos iban a incapacitar. El jefe me dijo que no porque la orden sanitaria estaba en el centro y no podíamos salir, le dije al doctor que quitara la incapacidad pero no lo hicieron. Estoy esperando la prueba de Covid-19,”, acotó. 

Whitney Daniela Steele Segura concluye diciendo que los jefes no la han llamado para ver cómo está y la trataron peor que a un perro.

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Sábado 01 Agosto, 2020

HORA: 12:00 AM

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