Pedir cuentas de fondos públicos no es un asunto de género

EDITORIAL

Una parte de la prensa nacional no ha bajado la guardia en su afán de cumplirle a la ciudadanía al brindar información responsable y precisa sobre cómo se gastan los fondos públicos y la justificación que dan los gobernantes sobre la distribución de esos dineros.

DIARIO EXTRA es uno de los medios comprometidos con la democracia porque sin color político ni intereses particulares es crítico siempre que lo amerite, con publicaciones que cuestionan el accionar de algunas instituciones y los burócratas que en ellas trabajan.

Cada uno de estos casos se basa en documentación o información brindada por actores de la sociedad que pretenden desafiar algunas fuerzas maliciosas cuyo objetivo es callar actos que huelen mal en el Poder Ejecutivo.

No es para menos que existan valientes que destapen anomalías en momentos como el actual, cuando estamos sumidos en una situación económica deprimente que lleva varios años. Esto no es de ahora y por el virus, como pretenden hacerlo ver algunos con poder.

Ver el estancamiento en muchos de los sectores productivos y de gran parte de la empresa privada mueve a muchas personas a buscar justicia y respuestas sobre lo que sucede con las finanzas del país.

Todo esto obliga a los medios de comunicación a ser garantes de derechos fundamentales como el de información y el de libertad de expresión, donde está incluida la ciudadanía como benefactora al recibir datos claros de lo que sucede en la función pública.

Dicho esto, es importante explicar que consultar salarios de funcionarios públicos y revelarlos para hacer un contraste con la labor que desempeñan no es ningún ataque a nadie y mucho menos encaja dentro de la violencia de género, como quiso hacerlo ver el presidente Carlos Alvarado a quienes revelaron detalles del despacho de su esposa Claudia Dobles.

La primera dama no es funcionaria pública, es la cónyuge del mandatario y no está en su oficina por elección popular. Históricamente la persona que llega a ese cargo asume su agenda con dinero de la Presidencia, entendiendo que no recibe ningún salario, pero sí fondos del Estado para ejecutar sus proyectos, por lo que está sujeta a supervisión y por ende a rendición de cuentas.

Sin embargo, como ya es conocido tras ser revelado por la diputada María Inés Solís, Dobles tiene 10 funcionarios que devengan ¢7 millones mensuales, más lo correspondiente a pluses, por lo que es necesario pedir cuentas claras de qué hacen y cuáles son sus funciones, pues si se compara con otros despachos hasta doblan en cantidad el personal.

“A mí me preocupa en el caso de Claudia, en el caso de lo que he visto recientemente como hay una tendencia a cierta violencia política hacia las mujeres en nuestro país.

No solo en el caso de doña Claudia, lo he visto en otros casos, donde si hay argumentos y hay cosas está bien, pero cuando hay ensañamiento no me parece bien”, dijo el mandatario al referirse a los datos públicos que se dieron a conocer en los medios el fin de semana, revelados por una mujer que sí fue elegida por el voto popular.

Ese argumento de que reciben ataques por ser mujeres está muy trillado. Sin importar el género, cualquier persona que esté en una oficina del Poder Ejecutivo debe ser transparente y consecuente con sus acciones, lo cual es contrario al discurso de austeridad que por mucho tiempo abanderó el PAC en sus campañas o siendo oposición.

Con mucha más razón se debe estar abierto a las críticas, una vez que se enfocan a defender a capa y espada el proyecto para un nuevo tren eléctrico, que ha generado un sinfín de dudas a especialistas, dejando claro que no es viable y mucho menos el momento oportuno para iniciarlo, así como se ha revelado el carísimo costo de las labores previas a su concreción.

Entonces el hecho de ser mujer y ocupar un cargo de privilegio en Casa Presidencial no significa que no esté sujeto a objeciones, y presentar esas disconformidades no puede ser tomado como un ataque por razón de género, pues en ningún medio se dijo que había deficiencias en el equipo de trabajo de Dobles por comandarlo una mujer.

Cansa ver a funcionarios usar como escudo el ser mujer para justificar actos que desde todo punto de vista encierran algo oscuro. Es actitud machista seguir con ese discurso que, lejos de defender a la mujer, la relega a estar detrás de un hombre que en su posición de líder de un país sale a esquivar cuestionamientos que califica como ataques, sin darle en primera instancia la oportunidad para que se defienda con argumentos propios.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

EMAIL: [email protected]

Miércoles 29 Julio, 2020

HORA: 12:00 AM