Este martes los diputados aprobaron en segundo debate la Ley Contra la Violencia y el Racismo en el Deporte, por lo que solo faltará que el presidente de la República la firme para que quede debidamente aprobada y entre en vigencia.
La misma tiene una serie de artículos y reformas que pretenden castigar con mano dura a los clubes, asociaciones u organizaciones en las cuales se presenten actos de violencia o discriminación ante deportistas o aficionados.
Sin embargo, una de las que más llama la atención es la sanción que podrían recibir los equipos de fútbol, esto en vista de que es generalmente en los estadios del balompié nacional donde más se presentan este tipo de situaciones.
En el artículo 11 se indica que se adiciona un nuevo artículo 20 bis, el cual reza: “La no adopción por parte de las entidades y agrupaciones deportivas de medidas de seguridad establecidas en esta ley, así como la falta del deber de cuidado, coordinación y diligencia en la prevención y control de actos, comportamientos y conductas violentas, racistas e intolerantes en el deporte serán sancionadas con la clausura temporal del recinto deportivo por un periodo de 5 jornadas deportivas como local y hasta inhabilitación para organizar eventos, partidos, encuentros o competiciones profesionales o aficionadas por una temporada completa”.
Se trató de conversar con Julián Solano, presidente de Unafut, para saber su posición sobre el tema, sin embrago, por medio del departamento de prensa informó que el Consejo Director de Unafut se encuentra discutiendo los alcances de la ley, y no se referirán hasta tener una postura oficial.
Lo que se debe tener claro es que una vez que el presidente estampe su firma, la misma entrará en vigor, por lo que será de acatamiento inmediato por parte de los organizadores de eventos deportivos.
Es casi un hecho que para el próximo certamen entre en funcionamiento. Vale recordar que es muy probable que el torneo se juegue sin público, pero los mismos jugadores, integrantes de cuerpos técnicos y otros involucrados también deben guardar la compostura.
El documento estipula que si los actos racistas, antideportivos, discriminatorios y que provoquen violencia los realizan administradores, autoridades, directivos, dirigentes o representantes de las entidades y agrupaciones deportivas, o bien que sus manifestaciones inciten al racismo a sus deportistas o espectadores podrán ser sancionados con una multa económica de 5 a 10 salarios base, es decir entre ¢2.251.000 y ¢4.502.000.
No se puede obviar que mediante esta ley se restringe el acceso a competiciones deportivas a aquellas personas que alteren el orden público, así como a los que exhiban material racista o xenofóbico.
Se debe tomar en cuenta que la única forma de que la ley no entre en función es que el presidente Carlos Alvarado no la firme y la vete.
PERIODISTA: Andrés Zárate Sánchez
CRÉDITOS: Foto: Unafut
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Miércoles 15 Julio, 2020
HORA: 12:00 AM
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