Diana Posada y Viviana Boza, viceministras de Justicia y Paz, se fueron este fin de semana a cárcel La Reforma y se realizaron las pruebas Covid-19, situación que mantiene molestos a los funcionarios penitenciarios.
Se conoció el resultado positivo de la jefa de despacho de Posada, pero no se realizó procedimiento de desinfección en el espacio utilizado en la aplicación de la prueba, como lo establece el protocolo de salud.
Por la misma jerarquía que ostentan las funcionarias, rompieron la normativa en las prisiones, cuyo protocolo Covid indica en el punto 8, párrafo 3, página 12, que se impide el ingreso de toda persona con síntomas respiratorios o casos sospechosos.
A las viceministras, así como a un chofer y otros funcionarios les aplicaron las pruebas por ser casos sospechosos en la clínica del centro penal el sábado entre las 11 a.m. y 12 md., como consta en los registros.
DIARIO EXTRA se enteró de que dichos casos querían ser tratados como pruebas centinelas, mismas que se aplican para definir posibles contagios masivos y que usualmente se mantienen en el anonimato.
Ante ello los funcionarios penitenciarios exigen que se respeten los protocolos y se utilicen las pruebas Covid de centros penales para la Policía Penitenciaria, funcionarios de cocina y otros servicios esenciales que por la naturaleza de sus labores no les es posible salir durante la semana.
Los fines a todos les hacen la prueba, pero las jerarcas llegaron a practicárselas dejando fuera a la comunidad penitenciaria.