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Espectáculos

Sexo y presión alta

Dr. Mauro Fernández / Un Mundo Sexual

Sexo y presión alta

Decíamos la semana anterior que la pandemia ha modificado de manera radical nuestro diario vivir y, por ende, la forma que cuidamos nuestro organismo y velamos por el control de las diversas enfermedades que padecemos, sobre todo aquellas que son crónicas como la presión alta.

Recordemos que la hipertensión arterial es un padecimiento que en la mayoría de los casos por razones desconocidas se eleva la presión arterial, provocando que el corazón tenga que esforzarse más para hacer circular la sangre por el organismo.

La hipertensión arterial, también llamada popularmente “presión alta”, tiene la particularidad de que pasa largos periodos de tiempo sin dar síntomas. Aun cuando puede provocar dolor de cabeza, problemas visuales, confusión, sangrado nasal, náuseas o vómitos, estos síntomas rara vez suceden o solo se presentan después de que el paciente ha pasado largos periodos con la presión alta y sin recibir tratamiento. 

Claro está, las dos grandes complicaciones de esta enfermedad son el infarto cardíaco y el derrame cerebral, cuadros que pueden provocar severas complicaciones y en algunos casos, hasta la muerte.

Cuando la presión alta no ha sido tratada o cuando el tratamiento no es totalmente efectivo, es muy frecuente que se presenten problemas en el área sexual, situación que ha vuelto relativamente común durante la pandemia, en la cual muchos pacientes olvidan tomar los medicamentos y descuidan medidas de prevención como lo son la dieta y el ejercicio.

Entre las manifestaciones sexuales más frecuentes figuran: dificultad para conseguir o mantener la erección, disminución en la firmeza de las erecciones, la necesidad de una mayor estimulación para conseguir erecciones firmes o la dificultad para mantener relaciones periódicas y recientemente se ha agregado a la lista, la pérdida del deseo sexual. 

Aun cuando no sabemos la causa de esta enfermedad, sí se han descubierto varios factores que predisponen a padecerla. Por un lado, es muy importante el factor hereditario. La presencia de hipertensión en padres o familiares cercanos, debe ser razón para un chequeo periódico. De igual manera el sobrepeso, el sedentarismo, los colesteroles y triglicéridos elevados en sangre, suelen ser los grandes acompañantes de la presión alta. 

La gran ventaja que tenemos es que esta es una enfermedad muy fácil de diagnosticar. Con solo tomarse la presión dos o tres veces en una semana nos podemos dar cuenta si se presentan cifras que ameritan de una valoración médica. En nuestro país, además, desde farmacias hasta supermercados brindan el servicio de toma de presión, de manera que el chequeo está al alcance de toda la población. 

La otra gran ventaja es que hoy contamos con una enorme gama de tratamientos que nos permiten controlar los niveles de presión y además mantener íntegra la respuesta sexual. Por eso, a pesar del confinamiento es fundamental que sigamos cumpliendo con las dietas, con los medicamentos y si hay fallas sexuales consultar cuanto antes.

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Lunes 06 Julio, 2020

HORA: 12:00 AM

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