•Arribo sería entre julio y setiembre 2020, sugiere documento.
•Aseguran que régimen de Ortega financia movimientos migrantes.
•Solicitan Corredor Humanitario.
Una carta que fuera enviada al presidente de la República, Carlos Alvarado, con fecha del 16 de junio anterior, por el líder regional de derechos humanos, el Dr. Álvaro Leiva Sánchez, advierte de forma directa del posible financiamiento del gobierno de Daniel Ortega para el “éxodo de numerosos grupos de migrantes nicaragüenses hacia Costa Rica, muchos de ellos posiblemente contagiados con Covid-19”.
Leiva es el director de Misión para Centroamérica y los Estados Unidos del Canadian Human Rights International Organization, además en su país es el secretario de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos y Presidente de la Asociación Nicaragüense para la Defensa de los Derechos Humanos.
Además, Leiva fue altamente critico contra el gobierno y tuvo a su cargo los informes de la crisis en el vecino país del norte desde hace más de una década.
De hecho, el doctor Leiva Sánchez fue el primer nicaragüense al que Costa Rica le otorgó oficialmente el estatus de asilado político en el año 2018, así lo anunció la vicepresidenta, Epsy Campbell, tras comprobarse que su vida corría riesgo.
CORREDOR HUMANITARIO
En la misiva que el líder envía a Alvarado y basados en datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidad (Acnur) en Costa Rica se “estima que cerca de 13 mil migrantes arribarían entre julio y setiembre del 2020, cantidad que podría ser mucho mayor”, reza textual el documento en poder de DIARIO EXTRA.
La carta, además de contener datos tan alarmantes, le pide al gobierno que por favor estudie la posibilidad de crear una “zona especial para garantizar la llegada de la población civil nicaragüense víctima de graves violaciones de sus derechos humanos por parte del Estado de Nicaragua”.
Dicha zona especial como la denomina Leiva debería “garantizar asistencia médica y operar como una zona neutral que funcione como ´CORREDOR HUMANITARIO´, con la finalidad de defender y garantizar los derechos humanos, el desarrollo integral y la asistencia sanitaria para los migrantes nicaragüenses que ingresarán próximamente al país buscando protección internacional ante la crisis…”.
En la misiva también se agrega que “el único propósito sea el de garantizar el alojamiento y asistencia sanitaria a migrantes y sus familias en la República de Costa Rica”.
SUPUESTOS BENEFICIOS
Para Leiva, la creación de esta zona traería beneficios al país, pues “permitirá a la población costarricense mayor tranquilidad en cuanto se elimina o se reduce la posibilidad de contagios a consecuencia de la migración irregular no controlada, hecho que indiscutiblemente repercutirá en la disminución de expresiones xenofóbicas”.
“Queda excluida la posibilidad de que la eventual atención médica de personas migrantes contagiadas de Covid-19 disminuya la capacidad instalada de atención hospitalaria de la CCSS, que constituye una justificada preocupación de buena parte de los costarricenses”, se lee en el texto enviado al presidente Alvarado.
Otro de los puntos que menciona es el sector agrícola, al que asegura se brindaría seguridad “en el sentido que contratará trabajadores que ya han pasado por el periodo de cuarentena y que salen de la misma con el visto bueno de las autoridades de salud sin peligro de contagiar a otros trabajadores y a los habitantes de poblados vecinos”.
Leiva también argumenta que la Dirección de Migración y el Ministerio de Seguridad Pública (MSP) se verían favorecidas, pues se permitirá “mayor control sobre el estatus migratorio”.
Para finalizar, la carta indica que crear esta zona especial dejaría al país como una excelente posición a nivel internacional, “ante el sector turístico dado que proyectará a Costa Rica como un país que tiene bajo control la problemática conjunta de pandemia e inmigración”.
DIARIO EXTRA trató de conversar con Agustín Castro, ministro de Comunicación, pero al cierre de edición no respondió. De la misma manera se intentó tener declaraciones del canciller Rodolfo Solano y del ministro Michael Soro, pero tampoco hubo respuesta.
