El oficial de la Policía Penitenciaria identificado como Arcelio Marín Vargas tomó la fatal decisión de quitarse la vida, luego de solicitar a sus superiores un permiso, lo que aprovechó para salir del Complejo Carcelario La Reforma, en San Rafael de Alajuela, y dirigirse a Acosta.
Marín, quien tenía experiencia en la custodia de privados de libertad, al parecer desde hace varios días andaba estresado y deprimido, por lo que este jueves tras conocer lo sucedido sus compañeros encontraron una carta escrita de su puño y letra, en la cual pide que no lo juzguen y lo perdonen.
El funcionario, quien era vecino de Guatil, Acosta, portaba el uniforme mientras desempeñaba sus funciones con la escuadra B y su cuerpo lo hallaron en el cauce del río Quivel con heridas mortales, sin que sus compañeros se percataran de lo que le sucedía.
El reporte llegó a la Delegación de la Fuerza Pública de Acosta y tras varios kilómetros de desesperada búsqueda, en medio de terreno quebrado, los oficiales lo ubicaron, por lo que coordinaron con la Cruz Roja y el Comité Metropolitano de San José, que extrajeron el cadáver.
Algunos policías que prefirieron no revelar sus nombres por temor a represalias comentaron a DIARIO EXTRA que las jefaturas deberían poner más atención al estrés que genera estar dentro de la prisión.
El estrés laboral está relacionado con la presencia de ansiedad y depresión y no discrimina entre hombres y mujeres. Es importante saber cómo el ambiente de trabajo afecta la vida de los oficiales, por lo que las condiciones de trabajo tendrían efectos negativos sobre el desempeño y la salud.