La Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) registra que por año se logran recuperaciones promedio de ¢1.327 millones, esto luego de diagnosticar y corregir los robos de luz que se producen por parte de consumidores inescrupulosos.
Dicha estadística es con la que cuenta la institución desde el año 2015 a la fecha cuando en total se detectaron 10.736 hurtos, pero solo en la zona donde la CNFL es la distribuidora de los servicios de electricidad, lo cual abarca a 580 mil clientes, en su gran mayoría en la Gran Área Metropolitana (GAM).
En el lapso comentado se tienen registrados 10.736 hurtos en general, gracias a lo cual se recuperó en beneficio de la empresa de electricidad ¢7.300 millones.
Las estadísticas es algo a lo que la institución llega gracias a una unidad que detecta este tipo de situaciones y opera los mecanismos para controlar las actividades de esta naturaleza como la vigilancia y la corrección de estas prácticas.
En la CNFL aseguran que el hurto ocurre por dos vías, tanto de la persona que sin tener una necesidad lo hace, como también de quienes no tienen capacidad de pago de los servicios y literalmente “se guindan” de otro abonado que sí cumple con la solicitud.
“Contra ese tipo de flagelo, nosotros combatimos a diario, encontramos puntos en residenciales donde viven personas de posición económica elevada y también en zonas de vulnerabilidad social”, comentó Adán Marchena, subdirector comercial de la CNFL.
CAMBIO DE MEDIDORES
Los denominados medidores inteligentes son los que permiten de acuerdo con la CNFL que se logre una adaptación y así identificar cuando se presentan los casos de esta naturaleza.
Este proyecto se espera que culmine en setiembre; en la actualidad se da el proceso de cambio de los sistemas en la zona de Santa Ana, Alajuelita, Ciudad Colón, Pavas, Escazú, Sabana y Mata Redonda.
En esas zonas es donde, de acuerdo con la entidad, se realizó el cambio de 67 mil medidores de un total de 130 mil, con detección de 1.100 hurtos hasta la fecha, con Alajuelita y Pavas como las regiones donde más situaciones se presentaron.
“Con la sustitución de medidores inteligentes tienen la capacidad de indicarnos si existe manipulación o alteraciones, dado que nos envían una alerta. El porcentaje de pérdidas de energía en relación con lo facturado es alrededor del 9,3%”, amplió Marchena.
El funcionario aclaró que los seguimientos que se aplican llevan al establecimiento de multas a aquellos que trasgreden la ley hasta el punto de que tuvieron que cancelar servicios por temas de gente que no quiso cancelar las obligaciones que tenían luego de darse el hurto de energía.
PROCEDIMIENTO
Marchena explicó que una vez que se identifica un hurto se procede con la redacción de un formulario, se le explica al cliente como puede defenderse ante las acusaciones que se le realizan.
Ya en la oficina los analistas hacen un estimado de cuánto dinero pudo tener de pérdida la institución por esa subfacturación en el periodo que se identifica la situación, tras lo cual el usuario puede proceder a un arreglo de pago con nosotros, en el caso de no presentarse es cuando se procede a hacer el corte del servicio.
El proyecto de cambio de medidores en la zona del oeste de San José se espera que acabe a finales de este 2020.
