Diario Extra - Angustia, el producto de la pandemia

Veamos de a poco esta frase y adónde apunto con ella. Registro que hay muchas personas que en apariencia tienden a querer contagiarse porque no se cuidan.
A través de mis investigaciones y de consultas que he compartido con colegas residentes en otros países dejo asentado que el salir de la casa por algunas personas sin mucho cuidado del Covid-19 se debe al alto grado de angustia que produce el confinamiento social.
La angustia crece, como es sabido, porque el mundo entero está angustiado, porque es la primera vez en la historia de la humanidad que hay una crisis de sentido, hay incertidumbre, impotencia, imprevisibilidad, economía incierta, trabajo incierto, cambios drásticos de convivencias de familias formadas y en formación.
Es un verdadero cambio de nuestra historia personal porque cambió la lógica de la normalidad a la que estábamos acostumbrados o habituados.
Es decir, se deshizo el horizonte que nos proyectábamos, esto sería que la angustia es el único afecto que no engaña, por lo cual hay que prestarle mucha atención, debido a que los seres humanos necesitamos del contacto físico con los nuestros y entre los nuestros.
El vivir privado de este estilo de vínculo también perturba el afecto y un cúmulo de este sin descarga se transforma en un alto grado de angustia.
Dicho de mejor modo, una “crisis de angustia” y su causa es por los cambios vividos. A ello se suma la enseñanza educativa de nuestros hijos, que de un día para el otro pasamos a ser docentes casi formales y no estamos preparados para ello.
En síntesis, no hemos convivido con ningún grupo humano anterior al nuestro que nos brinde información previa de los efectos de un aislamiento social.
Hasta aquí, podrá pensarse ¿hay solución?
La psicología, como en otros tiempos de crisis humana, vuelve a levantar la mano teniendo un procedimiento psicológico, valorativo social e individual para la situación geoeconómica, revirtiendo el enemigo número uno del cuerpo, el sistema inmune; es decir, las defensas.
Con esto quiero decir, el confinamiento es para que no crezca la curva de infectados, no cura el Covid-19.
¿Entonces por qué a algunas de las personas contagiadas les afecta menos que a otras? Porque están preparadas para controlar la angustia.
Estudios recientes muestran que estas personas, sin importar el nivel económico, con trabajo o habiendo sido despedidas, tenían un alto control de su angustia, lo cual les hace tener un sistema inmune con mayor robustez que los menos preparados para controlar la angustia.
Como debemos controlar la angustia:
• Organizar las ideas.
• Diferenciar las ideas nocivas de las reales.
• Identificar situaciones amenazantes.
• Identificar situaciones estables.
• Analizar puntos 3 y 4 nos brindará tranquilidad.
• Aprender a rechazar los pensamientos y sentimientos que producen angustia.
De este modo lograrás identificar qué te produce angustia y evitarás que crezca.
A veces no lo logramos, por esto la gente llega a la consulta para bajar los niveles de angustia que no le permiten ser productiva, más en esta época, cuando es necesario para los cambios que produjo esta pandemia.
Si considera que esta información se enlaza a ideas que acerca del tema no le permiten mantener un adecuado control de sus emociones es posible que se esté acrecentando el umbral de la angustia y necesite evacuar dudas al respecto.

*Con gusto puede llamar a la Dra. Morales al teléfono 8872-0670.
Facebook: Psicología Clínica y de Salud